El fútbol se replica en los espacios verdes y los más chicos
encuentran en él una manera de divertirse fuera de la tecnología y la
conectividad a internet. En épocas de antaño en todos lados se colocaban dos
buzos y se “armaba un picadito” y, aún hoy en algunos lugares eso perdura.
En el barrio Los Pinos el intendente Esteban Santoro se
cruzó hace unos días con unos pequeños que jugaban y les prometió reemplazar
los arcos que habían montado con varillas por unos más fuertes y robustos de
caño. Todo con la intención de alimentar la ilusión de estar en un sitio más
importante, seguro y profesional.
En las últimas horas personal de Obras Públicas y el propio
mandatario fueron a colocarlos ante el seguimiento y fiscalización de los
pequeños. Es que son ellos los que saben dónde y cómo proyectan su cancha.
También se patearon algunos penales para poder estrenarlos.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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