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Fue a una cita a través de una aplicación y denunció que intentaron drogarlo y matarlo: “Se puso guantes y me asfixió”



Este sábado, Pablo vivió una escena de terror. Días antes había estado intercambiando chats a través de una aplicación de citas con un joven y esa noche iban a encontrarse, pero todo terminó de la peor manera: el hombre llegó con otro individuo y, en medio de la noche, ambos intentaron drogarlo y ahorcarlo.

Todo ocurrió en pleno microcentro porteño: “Me dijo que venía con otra persona. Vinieron con barbijos y me pareció raro, pero me dijeron que les quedó la costumbre por la pandemia”, detalló la víctima.

Pablo hizo pasar a los dos jóvenes a su departamento que, una vez allí, le ofrecieron tomar de una botella. En un principio la víctima se negó, pero los acusados insistieron. Y como no lograron que consuma de la bebida, directamente comenzaron a atacarlo: “En un momento uno de ellos me distrajo y el otro se había puesto unos guantes negros y me empezó a ahorcar”.

En medio de la desesperación, Pablo logró golpear a sus atacantes y zafarse de ellos. “Le pegué un codazo a uno mientras me estaba ahorcando, después una patada al otro y corrí hacia la puerta”, precisó, y añadió que, al intentar salir, se dio cuenta de que la cerradura tenía llave.

“Yo abrí la puerta, pero me volvieron a agarrar. Ahí le mordí un brazo a uno y agarraron un pingüino de vino y trataron de dármelo en la cabeza, pero puse el brazo y pude escapar al palier”, contó el joven. “Me dijeron ‘tranquilo, solo es un momento y ya está, ya se termina’”, señaló.



En medio de la desesperación, logró llegar hasta la puerta del edificio y personas que pasaban por la vereda lo auxiliaron. “Un chico que estaba haciendo repartos llamó a la Policía. Me decía que me quedara tranquilo porque yo gritaba que me querían matar”, detalló.

“Mi miedo era estar adentro del edificio con esa gente”, confesó, y agregó que cuando llegaron los oficiales tuvieron que esperar a que un vecino les abriera, porque él no tenía la llave encima. “Yo les pedía por favor a los policías que rompan la puerta para poder salir”, precisó.

Cuando por fin pudo ser rescatado, Pablo realizó la denuncia en el Juzgado Correccional y Criminal N°53 y los acusados quedaron detenidos. Sin embargo, luego de 24 horas, recuperaron la libertad.

Para la víctima, todo el hecho se trató de “un crimen de odio”. “Ellos descartaron la botella y se encontraron botellitas de clonazepam en el tacho de basura del palier del edificio. Hicieron toda una movida mientras yo intentaba salir”, precisó.

“Yo hice una movida por las redes con las imágenes de las cámaras y ahí descubrí que hay cuatro personas que ingirieron la bebida, tres que estuvieron internadas varios dias y que hay denuncias en distintas comisarías, pero que no tenían la identidad de estas personas”, explicó, y remarcó que si bien se amplió la denuncia tras estos testimonios, la Justicia no unió las causas.

En el mismo sentido, aclaró que las víctimas de estos atacantes fueron golpeadas y desvalijadas. “Les quitaron pertenencias, ahorros y los dejaron dos o tres días durmiendo”, explicó.

Además, Pablo sostuvo que “por mas precauciones que tomes, creo que le puede pasar a cualquiera”. Y añadió: “No hay que tener miedo de ejecutar el deseo, pero sí creo que hay que saber que existe gente mala, cuidarse y hacer redes”.


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