La familia de Marcelo Medina pretende desplazar al segundo
fiscal en poco menos de dos meses que investiga la muerte de Marcelo Medina.
Esto sucede porque el fiscal Walter Mercuri ordenó una serie de medidas de prueba
–que son obligatorias y necesarias- y que podrían derivar en que la causa
termine con la carátula de homicidio.
La semana pasada los abogados de la familia, Fernando Soto y
Martín Sarubbi, plantearon una recusación al entender que hubo un “ocultamiento
de prueba y de introducir la prueba luego de producido el allanamiento”.
La secuencia sucede el día en que se confirmó que los restos
óseos encontrados en el partido de La Costa eran de Marcelo Medina. Al
recibirse la confirmación, entienden, eso debería haber aparecido cargado en el
sistema y luego se tendría que haber realizado el allanamiento a la casa de los
padres.
Sin embargo, Mercuri aclaró que el sistema no puede
adulterarse al ser digital absolutamente todo queda con una marca de escritura
y de acceso a las vistas.
AL mismo tiempo lo acusan de no haber tenido “tacto” al
hablar con los padres de la víctima durante esa jornada sobre el nuevo impulso
de la investigación luego de la confirmación de la muerte del joven desaparecido
en mayo último.
“Claramente, hizo una investigación como una imputación, no
los imputa porque no tiene pruebas. Los tiene como víctimas y los trata como
acusados. Esto es una irregularidad grave además del ocultamiento de pruebas y
adulteración de pruebas y nada respondió de estas pruebas”, dijo Soto.
Agregaron que no tienen muy en claro aún cuáles son los
huesos que serán peritados en Mar del Plata para saber si la víctima musió por
ahogamiento o por haber sumergido en el agua por voluntad propia.
Por eso no descartan agregar más puntos a la recusación en
una relación que se quebró entre el jefe de la investigación y los padres de
Medina.




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