En medio de unas tranquilas y
placenteras vacaciones en Egipto, el destino de lo que parecía ser una
consolidada pareja dio un vuelco inesperado. Los británicos Angry Grace Melean
y Joshua Scott decidieron hacer su primer viaje juntos como forma de afianzar
el noviazgo, pero lo que sucedió terminó estropeando todo para siempre.
Es que Angry descubrió algo que no
tuvo retorno: con un simple llamado telefónico tomó conocimiento de una
infidelidad y todo se fue por la borda. En medio de una espectacular tarde de
pileta en el hotel, con un cielo azul y un sol resplandeciente, el teléfono de
Scott comenzó a sonar, pero no atendió él, sino que Angry le ganó de mano y
contestó a la llamada.
Pero la voz del otro lado la dejó sin
palabras: una mujer que aseguró haber estado íntimamente con su novio durante
unas vacaciones que él había realizado anteriormente con amigos en Ibiza,
España. La joven relató todo paso a paso.
Sucedió que Angry y Joshua comenzaron
su vínculo en febrero. En medio, él realizó un viaje con sus amigos, donde
habría conocido a esa mujer con la que le habría sido infiel a su novia.
Pero Angry no se quedaría ‘en el
molde’: necesitó con toda su alma planear rápidamente una certera e inocente
venganza, pero que lo hizo estallar de furia sin demostrarlo. La joven, de 22
años, agarró las valijas de su pareja y tiró todas sus pertenencias a la
pileta.
A un lado, se puede ver como él mira atentamente
mientras es filmado por un curioso o curiosa del hotel, que no quiso perder
oportunidad de registrar el grotesco momento. En la pileta quedaron todas las
pertenencias de Scott, flotando en el agua.
El joven de 29 años permanecía en una
reposera, sentado, "en cuero", anteojos de sol y auriculares mientras
veía cómo todas sus cosas nadaban en la piscina y solo esbozó una sonrisa ante
la cámara, que lo enfocó.
Cercado a tener que decir algo, el
hombre oriundo de Scarborough, North Yorks, tuvo una explicación que no
contentó a Angry: dijo que la supuesta infidelidad había ocurrido cuando
todavía no mantenían una relación y él aún se consideraba soltero, intentando quitarle
peso a lo sucedido y poder recuperar a su pareja.
Por su parte, Grace, de la ciudad de
Leeds, dio su palabra sobre su pequeña venganza: “Quería que se enfadara y
sabía que sí tiraba toda su ropa a la pileta lo iba a lograr”. En el mismo
sentido, negó cualquier tipo de remordimiento: “No me arrepiento de nada porque
se lo merecía. Fue la peor semana de mi vida”.




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