La Justicia hizo lugar a una medida cautelar presentada por
vecinos de la localidad de Mar Azul y ordenó detener “en forma urgente”
cualquier movimiento de obra correspondiente al proyecto inmobiliario que prevé
la construcción de 116 departamentos en lotes con salida directa a la playa,
donde durante décadas funcionó un camping privado.
La resolución, firmada ayer por Marcelino Escobar, a cargo
del juzgado en lo contencioso administrativo del Departamento Judicial de
Dolores, consideró que “debe privar el principio precautorio ante la urgencia
de poner coto a cualquier tipo de daño ambiental que pudiera generarse” en ese
escenario, por lo que acepta el pedido de los demandantes frente a la
“irreversibilidad” posible de cualquier acción del desarrollo de este complejo
sobre el entorno natural del lugar.
Lo dispuesto por el magistrado no es un freno definitivo al
emprendimiento, sino –tal como lo aclara en su escrito– una pausa para que se
permita analizar los reclamos en profundidad y se dicte una medida definitiva
sobre la cuestión.
Las denuncias de los propietarios de Mar Azul, tanto residentes
como varios que tienen allí sus casas de veraneo para uso propio o renta,
advertían que el desarrollo inmobiliario que lleva el nombre “Solanas Mar Azul”
pone en riesgo el frente marítimo y, con ello, el medio ambiente, en particular
por los primeros movimientos de arena que ya se habían producido y el riesgo de
eliminación de un médano que oficia como protector natural en esa porción de
costa.
Directivos de Grupo Portland, que lleva adelante este
proyecto junto al Grupo Solanas, confirmaron que tenían autorización municipal
para demoler las construcciones que habían sido parte del camping que funcionó
en ese predio delimitado por las calles 36 y 37, al este por la playa y al
oeste por la calle Mar Azul.
Desde la firma también aseguraron que se presentó un estudio
de impacto ambiental y esperan la correspondiente aprobación del Concejo
Deliberante. Pero aclararon que, hasta tanto no llegue esa autorización, no se
iniciará la obra.
Los vecinos, por el contrario, consideraron que la
intervención con topadoras y palas mecánicas no se limitó a reducir a escombros
lo que estaba en pie, sino que también retiraron una importante cantidad de
arena que era parte del frente de médanos. Aseguran que su eliminación
representa un riesgo de salinización de las napas de agua dulce de las cuales
se abastece la localidad para la red domiciliaria.
Directivos del Grupo Portland respondieron que hasta esta
mañana no habían sido notificados de la medida cautelar librada por el juez
Escobar, que también ordenó notificar a la Municipalidad de Villa Gesell para
que haga cumplir la resolución en función del poder de policía que esa
administración tiene sobre ese distrito.
Al mismo tiempo, resolvió dar vista del expediente a la Fiscalía
de Estado bonaerense para que tome conocimiento del proyecto cuestionado y
“evalúe las medidas que corresponderían en el marco de la protección costera en
atención a la clase de obras involucradas”.
La presentación en los tribunales se hizo a nombre de un
particular, pero atiende el reclamo común de quienes conformaron y son parte de
la denominada Asamblea en Defensa de la Duna y el Agua.




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