Una bolsa de tela contenía los billetes que habían sido
colocados detrás de un mueble a manera de sitio seguro. Alguien se enteró,
entró a la casa y se los llevó.
Sucedió en una vivienda de Colombia y Costa Rica del barrio
Belgrano.
La víctima llegó a su casa y se encontró una ventana de dos
hojas abierta. Ese sitio tenía problemas en las trabas y, desde afuera,
hicieron fuerza para poder abrirlas.
El ladrón dejó una huella ya que usó una silla para subir
hacia la ventana nuevamente y sus suelas tenían barro por lo que quedaron
estampadas.
Se solicitó el trabajo de la policía científica.




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