Rubio era el perro que el 13 de agosto de 2019, en la
Estación de Servicio «AXION», del Partido de General Lavalle, en Ruta 11fue
arrastrado por un automovilista que lo ató a su vehículo luego de recibir un
tarascón del animal.
Ese automovilista es Adrián Guillermo Rodríguez, apodado
«Mamut», de 48 años, comerciante pescador, con domicilio en la localidad de Mar
del Tuyú quién fue hallado culpable por la muerte del animal y condenado a 1
años y 6 meses de prisión.
La sentencia es condicional por lo cual no estará preso y
fue hallado culpable de los delitos de “Malos tratos y actos de crueldad a los
animales, Desobediencia a una orden judicial, amenazas, y resistencia a la autoridad,
todos en concurso real”.
La sentencia se leyó el 21 de este mes, pero hoy se conocen
más detalles de los considerandos que aplicó la justicia para con él.
Rodríguez deberá cumplir una serie de reglas de conducta
durante estos dos años para no agravar su situación: esto incluye la
prohibición de acercamiento a las personas que había amenazado y la obligación
de realizar tratamiento psicológico, si así lo considerara una evaluación
diagnóstica que deberá realizar un Perito Psicólogo de la Asesoría Pericial
Departamental.
Además, se ordenó el decomiso de la camioneta Volkswagen
Amarok utilizada para cometer el ilícito del cual resultara víctima “Rubio”.
Es que el condenado lo ató con una linga, lo subió a la caja
de un una camioneta Volkswagen Amarok y se dirigió con el animal hasta un
predio cercano, donde tras hacerlo descender comenzó a arrastrarlo en forma
zigzagueante por al menos unos 2.000 metros, haciendo víctima al can de actos
de crueldad, lastimándolo intencionalmente, mutilándolo, causándole torturas y
gran sufrimiento, producto de las heridas, fracturas, quemaduras por arrastre
que le provocó y que motivara que su muerte fuera muy cruenta.
El Juez al analizar los ilícitos descriptos puntualizó, que
las pruebas valoradas conforman un cuadro “crueldad inusitada que significó el
trayecto realizado” y que ese accionar desplegado por el imputado, resultaba
“incomprensible y totalmente desaprensivo respecto del valor vida de animales
no humanos”.
Luego en 3 hechos distintos amenazó a quienes dieron
visibilidad al caso. A una mujer le pegó una cachetada, a otras les hizo señas
características de cortar el cuello y se resistió a la autoridad amenazando a
oficiales de policía.




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