Desde el jueves y hasta el mediodía de este sábado las
estaciones locales de GNC no pudieron hacer recargas de tanques porque tienen
contrato interrumpible y una de las empresas distribuidoras dejó de inyectar
fluido al sistema interconectado por lo que se decidió cerrarles el grifo de
venta.
Uno de los productores dejó de inyectar gas al sistema por
tareas de mantenimiento en sus equipos y el jueves debía entrar nuevamente,
pero lo hizo de forma más lenta de lo esperado, según fuentes de la empresa
distribuidora Cammuzzi, que abastece a 260 estaciones de servicio en las
provincias de Buenos Aires y La Pampa, de las cuales la mitad, unas 130, tienen
contratos “interrumpibles”.
El jueves a las 18 horas, la empresa informó a esas
estaciones de GNC que se abstengan de comercializar el producto hasta nuevo
aviso. “A partir de la fecha y hasta nuevo aviso, dada la situación imperante
en el sistema de gas, no podrán disponer de consumo de gas en carácter
Interrumpible. Requerimos ajustarse estrictamente a los volúmenes autorizados
por esta Distribuidora”, fue el mensaje que recibieron. Según fuentes de la
empresa, las estaciones que tienen otro tipo de contrato funcionaron con
normalidad.
Esto también afecto a firmas que se encuentran en La Costa y
Villa Gesell.
El mercado de las estaciones de servicios tiene dos tipos de
contratos: interrumpibles o firmes, que son más caros pero garantizan mantener
el suministro cuando hay escasez. La decisión del tipo de contrato depende de
la decisión de cada estación de servicio. “Cuando hay escasez, las empresas dan
prioridad al consumo en los hogares y cortan primero los contratos
interrumpibles de empresas y estaciones de servicio”, explicó Pedro González,
vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC.
“Buenos Aires tiene tres compañías que proveen gas y han
enviado notificaciones a las estaciones de que se van a atener a los límites de
compra prestablecidos. Eso hace que las estaciones se queden sin gas y también
hay restricciones en industrias”, señaló Gabriel Bornoroni, presidente de
Cecha, la cámara que agrupa a las estaciones de servicio.
Desde Cecha advirtieron la semana pasada que el sector ya
enfrenta las primeras señales de desabastecimiento en combustibles claves como
gasoil y el diesel. Y detallaron que hay estaciones de servicio que están
operando con un sistema de cupos que en algunos casos es de 15 litros de gasoil
por cliente. “Los dos aumentos de precios en los combustibles aplicados durante
este año no achican el desfasaje del 32% que hay entre el precio internacional
del barril del petróleo y su valor de venta en el mercado local. Hoy hay
escasez, porque las petroleras compran caro afuera y venden barato en el país.
Intentamos explicarle esto al Gobierno por todos los medios, pedimos reuniones,
gestionamos por todas las vías y no fuimos escuchados”, explicó el dirigente.
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