Los malvivientes se habían percatado que una vivienda estaba
equipada y no tenía ocupantes en su interior. Entonces buscaron la manera de
acceder a ella para hacerse elementos y, muñidos de un hierro, comenzaron a
hacer un hoyo en una placa de construcción en seco que les permitiría atravesar
la pared para ingresar a la morada.
No obstante, la casa era cuidada de manera permanente por un
familiar del dueño y los pos vecinos que tenían manera de comunicarse con los
dueños. Así lograron evitar el robo de pertenencias de la finca ubicada en
Calle 12.
Se inició una causa por robo en grado de tentativa y se
realizaban trabajos para intentar determinas quiénes tenían intenciones de
acceder a la misma.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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