Será el primero del año y Sudamérica será la beneficiada por
este eclipse de final de abril. La hora pactada: las 17:30 y se extenderá hasta
las 18:10. El gran problema: las nuevas que podrían afectar bastante la
posibilidad de apreciarlo.
“Será visible desde casi toda la República Argentina, pero
la región más favorecida será la del sudoeste. Desde Buenos Aires será visible
a partir de las 17:45 hasta la puesta del Sol”, explicó Constantino Baikouzis,
investigador astronómico y director del programa Parque Astronómico de la
Matanza.
Vale aclarar que en las regiones patagónicas iniciará a las
16:46, momento en que el Sol se encuentra cerca del horizonte y el punto máximo
tendrá lugar a las 17:57, aproximadamente. Casi de forma simultánea con el
atardecer.
Sel pronóstico de nubosidad, las provincias que tendrán una
vista privilegiada serán las de Cuyo, algunas del NOA y las de la Pampa Húmeda.
Desde el Litoral estará ingresando nubosidad al momento del eclipse, lo que
puede dificultar la observación.
El NEA, Litoral, y el este de Salta y Jujuy no serán tan
afortunados. Esta zona tendrá bastante nubosidad, incluso algunas provincias
tendrán lluvias y tormentas al momento del eclipse.
En el oeste y norte de Patagonia las nubes también estarán
presentes durante la tarde y es posible que el eclipse no se vea. Mientras que,
en el sur de esa región, el cielo estará despejado pero con nubosidad
acercándose desde el oeste, justo en dirección al sol.
Pese a la emoción que puede surgir de un evento de esta
magnitud, los expertos advierten que no se debe observar este fenómeno sin
elementos de protección adecuados, como son los anteojos con filtros
especiales.
“Puede causar quemaduras en la retina, tejido en el que se
procesa las imágenes y luego se transmiten al cerebro. Estas lesiones pueden
ser de leves a severas y hasta se pueden generar cuadros de ceguera
permanente”, señaló a Infobae la doctora Laura Taverna, oftalmóloga de INEBA.
Mientras que, Rogelio Ribes Escudero, oftalmólogo del
servicio de Oftalmología del Hospital Alemán, agregó: “La córnea y el
cristalino son dos lentes. Por lo tanto, si se mira directamente la luz del
sol, habrá un daño de la mácula (centro de la retina), que conlleva lesiones
que son irreversibles”.
A diferencia de lo que ocurre con los eclipses totales de
Sol, en los que la Luna cubre por completo el disco solar y el observador puede
quitarse los anteojos por breves segundos, en los eclipses parciales como el de
hoy, en ningún momento se pueden retirar los anteojos protectores.




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