Mercedes Villagrán es la mujer que el lunes por la mañana fue atropellada por un ñandú cuando circulaba en su bicicleta en Ranchos y ayer habló sobre la situación insólita que vivió y de la que por suerte salió con heridas leves.
“No lo vi, inclusive yo no supe qué me había golpeado, miré para todos lados y crucé la calle”, dijo Mercedes en diálogo con el medio local Grupo Tiempo Digital.
La mujer, que tiene 60 años, suele andar en bicicleta y hace tres años vive en Ranchos, donde vive su hija, por lo que aseguró que no conoce a mucha gente de ahí, menos al dueño del ñandú. Sobre el momento del accidente, aseguró que no se acuerda mucho. “Un hombre salió de la YPF [que se encuentra en una de las esquinas] gritando: ‘¡Es un avestruz!’ y después otro hombre decía: ‘Soy bombero, quédese quietita que ya viene a ambulancia’”, relató.
“Recuerdo que vino la ambulancia, me pusieron el cuello ortopédico y tenía sangre en la mano; con los nervios no sabía nada, no entendía qué pasaba”, relató.
Tras el impacto del ñandú, de acuerdo a las imágenes, Mercedes cayó de la bicicleta e intentó pararse hasta que dos hombres fueron a asistirla. “Me golpeé la cabeza, me hicieron tomografía y radiografía y está todo bien. Hoy [por ayer] a la tarde voy a la doctora porque tengo problemas de la cervical; se ve que no quedé muy bien [después del accidente] porque me mareo mucho”, dijo.
Además, contó que vio el video varias veces y ante el comentario de cómo se ve que el ñandú, que según se supo escapó de una quinta lindera, va directo contra ella, Mercedes atinó a reírse. “El dueño vino un ratito [a verme], me pidió disculpas y se fue. Me preguntó si necesitaba algo y por ahora no. Yo no conozco a la gente de Ranchos, soy de la provincia”, afirmó.
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