La difusión del documental El estafador de Tinder en
Netflix, sobre cómo Simon Leviev le robó millones a decenas de mujeres causó
impacto en todo el mundo. Y mucha sorpresa en una joven argentina que viven en
Alemania: Valeria Calpanchay.
En 2018 tuvo una cita con el hombre, aunque supo detectar
algo sospechoso y no cayó en sus engaños.
Entonces Calpanchay llevaba poco tiempo residiendo en
Múnich. En el encuentro detectó señales de alarma que la hicieron escapar
rápidamente y olvidarse de él, hasta que vio el documental la semana pasada y
reconoció a Leviev, de su verdadero nombre Shimon Hayut.
Cómo fue el encuentro entre la joven argentina y el estafador de Tinder
“Tenía una cuenta de Tinder para ese entonces, así que vi a
este chico llamado ‘Simon’, que parecía lindo y que viajaba mucho. También me
encanta viajar, he estado en muchos países, así que pensé que le gustaría que
nos encontremos. Tenía curiosidad”, le contó Calpanchay al diario británico The
Mirror.
El estafador de Tinder le pidió “enseguida” su número de
WhatsApp y comenzaron a chatear para arreglar un encuentro.
“Nuestra cita fue muy espontánea y sucedió un día después de
que coincidimos. Acababa de terminar el trabajo y me envió un mensaje de texto
preguntándome si estaba libre para encontrarnos. Creo que envió un mensaje de
voz”, rememoró.
En las redes, Shimon Hayut se hacía pasar por el hijo del
magnate de las joyas Lev Leviev y ostentaba un estilo de vida lujoso.
Aunque ella “no tenía ninguna sospecha seria” en ese
momento, había algo en el perfil de Leviev que no le cerraba: “Los millonarios
no muestran su dinero en Tinder, porque no es necesario. Así que tenía
curiosidad por ver cómo era en realidad”.
Calpanchay sugirió como punto de encuentro las inmediaciones
de uno de los hoteles más exclusivos de Múnich, en una zona repleta de tiendas
de diseñadores, para estar en sintonía con los aparentes gustos refinados de
Leviev.
Se detuvieron en un bar para tomar un café, pero no se
quedaron mucho. “Cinco minutos después de sentarnos, sugirió que fuéramos a
otro lugar porque no le gustaba el menú”, recordó Calpanchay.
Luego, fueron a un shopping donde se quedaron a tomar algo.
“Parecía un lugar caro”, recordó.
Calpanchay señaló que Leviev era un “un tipo hablador”, pero
recalcó que “le gustaba demasiado hablar de sí mismo”.
Además, notó que “quería dar la impresión de que era
misterioso“. Cuando la joven argentina le preguntó de dónde era, Leviev evitó
dar una respuesta directa.
Pocos después apareció otro aspecto que le llamó la
atención: Leviev tenía dos celulares y en medio de la cita recibió un par de
llamadas que ella calificó como “extrañas”, en las que hablaba de transacciones
de millones de dólares. “¿Quién habla de dinero delante de un extraño?”, pensó
Calpanchay.
Otra cosa que le llamó la atención era que Leviev presumía
demasiado de sus relaciones. “Era raro que él hablara de otras chicas, diciendo
que siempre le enviaban fotos, incluso me mostró algunas. No me fiaría de
alguien que le muestra fotos privadas a otras chicas”, dijo.
Cómo terminó la cita entre la joven argentina y el estafador de Tinder
La cita duró cerca de una hora. Si bien no vio nada
“preocupante” en aquella ocasión, algo le hacía dudar de Leviev. “No estaba
segura de si era genuino o no”, reflexionó en diálogo con el medio británico.
Más tarde, esa misma noche volvieron a chatear. Simon Leviev
la invitó a una fiesta en su casa de Múnich, una oferta que ella rechazó.




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