Un dirigente de derechos humanos insultó y golpeó a una
empleada en una terminal de ómnibus de Santa Clara. Tal como se puede ver en la
secuencia que quedó registrado por las cámaras de seguridad del lugar, el
hombre se acercó este jueves a un mostrador indignado por la demora de un micro
de larga distancia. Se trata de José Ernesto Schulman, quien se desempeña como
presidente de la Liga Argentina por los Derechos Humanos y, en el momento de la
agresión, vestía una remera de dicha entidad, la cual está vinculada al
kirchnerismo.
En el video, de 45 segundos, se ve que le tomó una foto a la
empleada y a una mujer que estaba en el lugar, quien rápidamente reaccionó:
“Vos no me podés sacar fotos así como así”, le dijo, a lo que el dirigente
respondió, amenazante: “Es para que me digas el nombre de la señorita (en
referencia a la empleada que estaba detrás del mostrador). ¿Sabés lo que puedo
hacer? Meterlas en cana a las dos”.
Tras ello, Schulman abrió la puerta que separa al público de
los trabajadores de la empresa de ómnibus y se dirigió directamente a la
empleada: “¿De qué te reís, pelotuda?”. En ese momento, ella le pidió que se
calmara, pero -lejos de hacerlo- el hombre le pegó una cachetada. Ante la
agresión, ella le ordenó que se fuera, pero él siguió agrediéndola: “No me voy
una mierda. Andá vos, hija de puta”.
En ese momento, la mujer a la que él le había tomado la
fotografía apareció junto a otro hombre, quien se acercó para apaciguar la
situación, pero el dirigente de derechos humanos continuó: “Escúcheme, hace
media hora que la pendeja se me está cagando de risa de que el colectivo
viene”.
A raíz de este hecho, la Liga Argentina por los Derechos
Humanos emitió un comunicado en el que explican que se inició un proceso de
evaluación para tomar las medidas correspondientes y que la dirección nacional
de esta agrupación aceptó el pedido de licencia que pidió Schulman.
“Hemos tomado conocimiento de lo sucedido, cuando el
presidente de nuestro organismo José Ernesto Schulman nos comunicó lo ocurrido
y solicitó una licencia de sus responsabilidades y se puso a disposición de lo
que disponga el organismo. Al mismo tiempo, hizo pública la disculpa a la
trabajadora y al conjunto del movimiento popular”, dijeron.
Por su parte, el dirigente compartió una carta vía redes
sociales en donde pidió disculpas “por haber llevado adelante una conducta
reprochable”. “Soy consciente de que mi comportamiento con una trabajadora fue
inaceptable y nada lo justifica. Como muches saben, soy discapacitado motriz y
pasaron muchas horas de espera de un micro para regresar, que me produjeron un
enorme dolor y me desencajaron. Eso fue verdaderamente lo que me ocurrió. Me
arrepiento mucho de estas acciones, contrarias a mis convicciones y así se lo
hice saber a la trabajadora”, escribió.




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