En una resolución de más de 100 páginas el Juez de Garantías
Diego Olivera Zapiola dio por sentado que las pruebas recolectadas avalan la
organización de un plan criminal para asesinar a Alejandro Martínez a golpes
dentro de la Comisaría III de San Clemente del Tuyú durante la madrugada del 17
de noviembre.
Ante esto, rechazó todo pedido de las defensas de falta de
mérito e informó que todos seguirán con prisión preventiva hasta la realización
del juicio en su contra.
los policías José Pereyra (34), Christian Rohr (30) y
Maximiliano Munche (47) quedaron imputados como coautores del delito de
“homicidio triplemente agravado por alevosía, ensañamiento, por el concurso
premeditado de más de dos personas y por haber sido cometido por miembros de
una fuerza de seguridad abusando de sus funciones.
Como partícipes secundarios del homicidio fueron imputados,
en tanto, Laura Chiarullo (35), Evelyn Garófalo (27), Jaqueline Mansilla (30),
Carla Cantarella (29), Sandro Mujica (34) y Miguel Boulos (53).
El juez Olivera Zapiola dio así curso al pedido del fiscal
Martín Prieto, quien consideró que los cinco hombres y las cuatro mujeres
detenidos “planificaron dar muerte” a Martínez, quien había sido detenido horas
antes, “asignándose y cumpliendo cada uno de ellos un rol determinado”.
El requerimiento fiscal se presentó a partir de las medidas
de prueba incorporadas a la causa, especialmente las autopsias realizadas al
cuerpo de Martínez, que indicaron que el hombre falleció como consecuencia de
una “asfixia mecánica” y también que sufrió numerosos golpes en distintas
partes del cuerpo.
Desde el inicio de la instrucción, ocho de los policías
brindaron declaración indagatoria y en todos los casos rechazaron las
acusaciones, mientras que el único que prefirió no declarar fue Pereyra.
El juez dispuso en su fallo la morigeración de la prisión
preventiva en el caso Cantarella, quien podrá cumplirla de manera domiciliaria,
bajo la modalidad de control de monitoreo electrónico.
La muerte de Martínez se produjo en la madrugada del jueves
18 de noviembre, luego de que el hombre fuera detenido por provocar daños en el
Gran Hotel Fontainebleau de San Clemente, donde se hospedaba.
A partir de la intervención inicial del fiscal Pablo
Gamaleri, de la Unidad Funcional de Instrucción N°11 descentralizada de La
Costa, se practicó la autopsia del cadáver, que reveló que había fallecido a
causa de una “asfixia mecánica” y que además había sufrido golpes y lesiones.
En base a las pruebas recolectadas, dos días más tarde
fueron detenidos los policías, que desde entonces se encuentran alojados en
distintas dependencias penitenciarias provinciales. Tras estas medidas, el
ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, y las defensas de los efectivos
cuestionaron los resultados de la autopsia, por lo que se dispuso otra.
La segunda autopsia, realizada nuevamente en el Instituto de
Ciencias Forenses de Lomas de Zamora, confirmó los resultados de la primera e,
incluso, estableció que el cuerpo presentaba lesiones que no habían sido
notificadas en el análisis inicial.
Tras la nueva autopsia, Virginia Creimer, médica legista,
forense y perito del particular damnificado, dijo a Télam que se “confirmó la
abrumadora existencia de lesiones” que no solo fue constatada por ella y su
equipo, sino que además por los peritos de la Policía bonaerense: “Dijeron
literalmente ´está recagado a palos´, en varias oportunidades. Y reveló que en
el dorso y en los miembros superiores “marcaban el borde de la suela de un
borceguí”.
“Lo mataron a golpes. La policía lo tendría que haber
cuidado y no lo hizo. Si él tuvo una crisis, lo tendrían que haber llevado a un
hospital, y en lugar de eso salió muerto de la comisaría”, expresó la ex mujer
de Martínez, Laura Lasagna sobre la muerte del padre de su hijo.




Redes