Para Joaquín Esquivel (19), su moto era todo. Se la había regalado su papá cuando cumplió 18 y desde entonces la utilizaba para ir a la escuela a la mañana, trasladar un carrito con una máquina para cortar el pasto durante la tarde y, todas las noches, hacer delivery de una casa de comidas. Pero ayer se la robaron en pleno centro y el joven ahora siente que le “cortaron las piernas” y pide ayuda para recuperarla.
Este domingo a la tarde dejó su Gilera Smash 110, dominio 862 HPG, estacionada en Buenos Aires y Colón, debajo del edificio donde vive su novia y si bien tuvo la precaución de vigilar desde la ventana que el vehículo siguiera en el lugar, cuando bajó, minutos antes de las 20 para ir a hacer el reparto, se encontró con la amarga sorpresa. De inmediato hizo la denuncia policial y, mientras espera que las cámaras de seguridad del COM arrojen algún indicio del delincuente, hizo un llamado a la solidaridad a través de las redes sociales para tratar de dar con la moto.
Joaquín pasaba prácticamente todo el día a bordo del rodado: vive junto a su familia (mamá y tres hermanos) en Cerrito Sur y cursa el sexto año de la secundaria en la escuela ubicada en Formosa e Independencia. Una vez que salía del colegio, regresaba a su casa a almorzar y al rato salía a cortar el pasto por la zona o “a donde lo llamaran”.
A partir de las ocho de la noche se desempeñaba como repartidor del café “Maura”, de avenida Jacinto Peralta Ramos y Carasa; un trabajo que consiguió hace dos meses y medio. Los fines de semana, en tanto, cubría también el turno del mediodía para aportar algo más a la economía familiar: tanto él como su hermano mayor y su mamá son el sostén del hogar.
“Estoy desesperado, me cortaron las piernas. Necesito llegar a la mayor cantidad posible de gente para que sepa de la moto y, quizás, me pueda ayudar con algún dato”.
Pidió el joven.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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