Desde los 12 años hasta los 26 Francisco Sola tuvo sobrepeso
y luego obesidad mórbida. Pero hace dos años logró lo que antes se había
propuesto unas 30 veces: bajar de peso. Fueron 60 kilos en menos en un año, y
un cambio rotundo en su vida.
La semana pasada, con motivo del Día nacional para
concientizar sobre la obesidad, compartió una suerte de “decálogo” en Twitter
que se hizo viral.
El comunicador de 28 años contó su experiencia y obtuvo más
de 90.000 likes y miles de retuits. También recibió más de mil mensajes
privados que se esfuerza en contestar uno por uno. “Hay gente que me pide
consejos, otros que me cuentan historias de vida”, dijo al respecto a TN.
Muchas personas que, como él, están en ese camino también le mandaron decenas
de fotos de su “antes y después”.
En diálogo con este medio, Sola contó que si bien “la
alimentación es el 70% del cambio” y el ejercicio el otro 30%, lo que realmente
lo ayudó a bajar de peso fue más bien un cambio espiritual, con un acercamiento
a la filosofía oriental y al budismo.
“Me parece que es fundamental la parte espiritual, tener un
acercamiento holístico” al problema, declaró. Tomarse el tiempo de “observar el
dolor” que llevaba dentro suyo fue uno de los primeros grandes pasos en el
camino de la sanación.
“El sufrimiento viene
de no aceptar el momento presente. Las personas obesas sienten culpa por el
pasado, por haberse dañado de esa forma, y ansiedad por solucionarlo. Pero es
un proceso que lleva mucho tiempo. Tanto la culpa como la ansiedad son por no
aceptar el momento presente”, dijo el tandilense.
Según explicó Sola: “Siempre tuve ganas de bajar de peso”.
Al menos dos veces por año intentaba hacer dieta, sea con una nutricionista o
siguiendo un plan que había encontrado en la web. Pero fracasaba y se
frustraba. Según recalcó, “no hay secreto, no hay receta mágica. La receta es
que te sientas cómodo”. En su opinión, para lograr el cambio “el plan perfecto
es el plan posible”: hay que ser consciente de sus límites, “ser sincero con
uno mismo” y no proponerse metas imposibles de cumplir.
“Las 30 veces me mentí a mi mismo, me decían de comer cosas
totalmente fuera de mi rutina alimenticia. Lo mismo con el ejercicio, me
aconsejaban natación pero vivía a 30 cuadras del natatorio de Tandil. Cada vez
que iba, al mes dejaba, no era sostenible”, ejemplificó.
Según Sola, hay que “rodear el hábito de sinceridad”. Se
puso a hacer ejercicio cuando se animó a cruzar la puerta del gimnasio de un
amigo que estaba a dos cuadras de su casa. “Lo mismo con los alimentos, voy a
comer lo que me es cómodo”, dijo.
También se inspiró mucho de la ley de la impermanencia del
budismo: “todo lo que viene se va, tanto lo bueno como lo malo, entonces es muy
esperanzador”, dijo.
“Podés quedarte en el rol de víctima, o aceptar la situación
y ocuparte de salir del pantano en el que te encontrás”, agregó. “Hay cosas que
no van a volver más, hay momentos que por sentirme inseguro no los viví. Por
ejemplo no di besos en una fiesta de 15. Ese sufrimiento, esa angustia va a
resignificar el presente”, continuó Sola.
Y ahí para este joven comunicador entran otros dos conceptos
fundamentales, el del perdón y el del fracaso. “La aceptación del momento
presente, es también perdonarse por todas las cosas malas que uno se hizo,
sirve para aprender, para poner en perspectiva”.
Además afirmó que hay que “sacarle la carga negativa al
fracaso. El éxito llega de la acumulación de errores”, declaró. Lo mismo que
las decisiones: “no se toman, se forman”, son el resultado de un largo proceso.
Ahora, Sola aseguró que está “viviendo plenamente por todo
ese dolor que pasó”. Disfruta de “sentirse lindo, deseado”. Aunque reconoce que
“la construcción del amor propio es un proceso que lleva tiempo” y que hay
cosas que aún le incomodan y le dan cierta inseguridad, como la piel sobrante.
“hay que aceptar que va a pasar, peor es estar enfermo”.
En su caso, el proceso de sanación vino acompañado con
muchos tatuajes, como una forma de reconquistar su cuerpo y “aceptar su parte
de sombra”. “Antes pensaba que por laburo o socialmente iban mal, ahora me voy
a hacer los que quiero como quiero, disfrutar mi cuerpo”.
En sus consejos, Sola habla mucho de la importancia de
contar una red de contención: practicar deportes colectivos, buscar la ayuda de
familiares, profesionales y usar las redes sociales a su favor. “Para cambiar
de hábitos vas a prescindir de relaciones que no te suman”, advirtió en su
catálogo que se hizo viral.
Sola, que sueña con abrir un “centro de cambio de hábitos”,
resumió su idea de manera sencilla. “Hay que dar este salto sin temor a la
caída: no va a ser tan grande. Lo que te va a matar es quedarte donde estás.
Hay que perder el miedo que te da entrar a un gimnasio, a sacarte la remera, a
encarar a una chica o un chico, hay que encomendarse a la incertidumbre, en esa
entrega surge la realización de uno”, concluyó.
Los 10 tips de Francisco Sola para bajar de peso
Primero entender que la vida se manifiesta como se tiene que
manifestar. LOS PROCESOS TIENEN SU TIEMPO. La gran mayoría de las decisiones no
se toman, SE FORMAN. Es el resultado de todas tus vivencias pasadas, llega el
momento en el que podes dar el paso y sostenerlo. Tuve 30 intentos antes de
lograrlo. En cada fallo sufría diciéndome: “no puedo ser tan inútil”. Entender
que los procesos tienen su tiempo te libera de la pesada mochila del
autocastigo. Por eso antes de arrancar te digo que vivas la incertidumbre del
proceso.
La alimentación es el 70% del cambio. Hay que ser sinceros
con nosotros mismos. No nos tenemos engañar diciendo que vamos a hacer tal
dieta. Es mejor ser claros con nuestro nutricionista y decirle lo que nos
gusta. El Plan Posible es el Plan Perfecto.
El ejercicio es el 30% del cambio y para mi es clave porque
es un HABITO ESTRUCTURAL. Porque te ordena el día. Llegas tan hecho mierda a
casa, sudado, cansado y agotado que tenés que comer bien para no tirar todo el
esfuerzo dado.
Practicar un deporte colectivo. No te quedés en tu casa. Sé
que da miedo y vergüenza. Pero todos te van a apoyar, el ruido exterior es el
reflejo del ruido interior. Abrite, deciles que es tu sueño. Todos te van a
apoyar, no hay burlas, solo es tu cabeza.
Hay que tratar de ser el tipo de persona que quiere lo que
deseamos. Es decir que tenemos que cambiar el enfoque. Comer sano, hacer
deporte, tener rutinas no puede ser una carga, se tiene que disfrutar para
sostenerlo en el tiempo.
Entrégate al momento presente. No vas a llegar al alta
rápido. Esto lleva meses y años. Acéptalo. Hubo una vez, con 130kg que dije:
“¿cuándo voy a poder hacer un abdominal bien? No tiene sentido todo esto”. Me
estaba perdiendo en la ansiedad, negaba mi hoy y me hacía daño. En realidad
sentía culpa por haberme lastimado tanto en estos años. Por eso ya quería
sanar. Pero no, no funciona así. El PERDÓN es un hábito diario, en el piso del
gym cerré los ojos y dije “no voy a generar más daño, ya no soy ese, estoy
sanando, ya va llegar, voy a disfrutar”.
Sacarse fotos. Si te da vergüenza no las muestres,
guárdatelas para vos. Pero es importante que lo registres. Al principio no te
das cuenta de los cambios pero SÍ que se notan, tanto en la ropa como en tu
entorno. Cuando quieras dejar, miralas y fijate todo lo que avanzaste.
Háblalo con tus seres queridos. No te quedes solo. Abrite,
buscá contención. Es tu camino, nadie va a sudar o comer sano por vos. Pero te
pueden acompañar, alentar, aconsejar, etc. Buscá dopamina en las redes sociales,
¡pueden ser un gran aliado!
Buscá también ayuda profesional. Médico, psicólogo, estudios
de sangre, nutrición, etc. Hay hábitos o acciones que hacemos de pura
ignorancia pero las hacemos plenamente convencidos de que estamos haciendo bien
y en verdad atacan a nuestro proceso.
En el universo no existe ni el bien o mal, ni aquí o allá,
ni orden o desorden. Todo simplemente es. Por eso solo hay un aprendizaje por
descubrir de todo lo que nos sucede. Lo que viviste fue la maestría de vida que
tenías que pasar. No te culpes, no te creas víctima.




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