Un detalle, un tecnicismo, un cambio de Juzgado de último momento, un viernes cuando todos tienen ganas de abandonar tribunales antes de tiempo y una medida radical que sacude a la causa en la que se denuncian violaciones reiteradas – durante 8 años- contra una joven que hoy tiene 15.
En el
inicio de la tarde de este viernes un juez denegó el pedido de detención contra
Claudio Estigarribia el ex policía acusado de vejámenes contra su hijastra.
Cuando todo
llevaba a declararlo como prófugo (situación en la cual nunca se encontró
porque nunca se había habilitado la detención) la jueza María Fernanda Hachmann
detectó que el relato del primer abuso, ocurrido en 2013, se perpetró en
Ostende. En ese año su juzgado no tenía competencia para esa localidad no podía
seguir haciéndose cargo del proceso y derivó todo al juzgado 4 de Diego Olivera
Zapiola, de Mar del Tuyú, quién se encuentra de licencia médica y que es
subrogado por el magistrado Gastón Giles. Fue este último el que entendió que
los audios, la carta que dejó el imputado al marcharse, las pruebas
recolectadas, el informe médico y el relato de la víctima no eran suficientes
para detener a Estigarribia. Pidió una pericia psiquiátrica que demandará meses
y desestimó la solicitud del fiscal Walter Mercuri.
Ahora, con
la notificación, el ex policía quiere declarar. Cambió su fisonomía al
marcharse, evitó los lugares que frecuentaba y cortó contacto con allegados
sólo para no ser aprehendido (demorado). Con la medida que se dictó hace
minutos sabe que es muy difícil que termine tras las rejas hasta el juicio oral
que podría demorar años en realizarse.
La causa
El martes
último una joven de 15 años le relató a su mamá que era violada desde que tenía
7 años por su padrastro. Los ataques se sucedían cada vez que su mamá iba a cumplir
con la guardia como policía en la comisaría de Pinamar. El atacante, también
policía, ingresaba a su cama para ultrajarla.
Cuando
realizó el relato hubo una discusión entre los integrantes de esta pareja.
Estigarribia pedía no ser denunciado pero la madre de la nena no accedió y fue
a la comisaría de la mujer de Madariaga. En ese lapso de tiempo el hombre se
cortó el pelo, mandó audios y dejó una carta para irse.
Cuando
fueron a notificarlo de la causa en su contra y a aprehenderlo ya no estaba y
sólo pudieron levantar las sábanas y ropa interior de la nena que había sido
atacada horas antes.
Ahora hay
pruebas de ADN en curso, ya se conocen resultados médicos pero para Gastón
Giles no es suficiente y hay malestar entre la familia que fue víctima del
hecho.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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