El
municipio costero continúa en fase 2 y con imposibilidades de retomar la
presencialidad escolar de momento debido a los 415 casos de covid que se
encuentran activos.
Por eso, el
intendente Martín Yeza redactó una carta a Axel Kicillof en donde expresa su preocupación
y hace hincapié en las diferencias que pueden existir entre Pinamar y otros
distritos a la hora de trasladar a los chicos a los establecimientos y la
cantidad de docentes locales vacunas; que llega a un 80%.
En el
párrafo final le pidió que reconsidere esta medida para que los chicos puedan
concurrir a las aulas dado que, según Yeza, la virtualidad no llega a cubrir la
necesidad básica de la Educación Pública.
El texto
completo de la carta.
Pinamar, 13
de junio de 2021.
Ministerio
de Jefatura de Gabinete de Ministros
S_/_D
Por la presente, Martín Iván Yeza,
DNI 31.977.811, tiene el agrado de dirigirse a Ud. en carácter de Intendente
del Municipio de Pinamar.
Estimado Gobernador, a lo largo de este ya casi año y medio
usted y los 135 intendentes de la provincia de Buenos Aires hemos atravesado
distintas situaciones. Recuerdo ese 18 de Marzo por la noche en La Plata,
cuando nos convocó para informarnos que íbamos hacia un confinamiento total y
que quizás le parecía apresurado por su impacto en la economía.
También recuerdo que nuestro municipio fue uno de los
primeros en establecer un control en el acceso, necesitábamos entender de qué
se trataba el coronavirus, equiparar nuestro sistema de salud, aumentar nuestra
infraestructura, capacitar al personal y preparar a la población para una
circunstancia inédita en generaciones y teníamos dos fines de semana con
feriados por delante. En ese contexto, veníamos de una temporada de verano muy
buena para nuestra ciudad en lo que fue el inicio de su gestión. Le pusimos el
cuerpo junto a todos los pinamarenses para acompañar su decisión.
Recuerdo que al principio usted veía con ojos extraños lo
que hacíamos los municipios en nuestros accesos, con el tiempo nos
acostumbramos. Luego, como usted mismo advirtió, fue muy difícil dejar de
tenerlos.
En el medio, pudimos tener una temporada de verano que
parecía insólita analizando la circunstancia internacional y las experiencias
que se habían dado. Pasó de todo y logramos tener un temporada de verano en
donde miles de bonaerenses pudieron defender sus comercios, cientos de miles de
trabajadores pudieron conservar sus empleos y millones de argentinos venir a
descansar a nuestras costas y pasar un momento lindo luego de un año tan
difícil.
Durante el transcurso del año pudimos disentir pero siempre
aceptando las medidas.
Este año comenzó con la
aplicación de vacunas, que a todos nos hubiera gustado que fueran más, pero nos
permitió saber que había un horizonte. Luego del verano, vimos cómo
incrementaron los casos y la segunda ola que evitamos en la temporada
finalmente empezó a llegar con total fuerza a medida que se acercaba el frío.
Entre aquel Marzo de 2020 y este Junio de 2021 cambiaron
muchas cosas, usted y nosotros sabemos mucho más del coronavirus, nuestros
sistemas de salud no son los mismos, pero tampoco el bolsillo de los
trabajadores, ni la tolerancia de una parte importante de la sociedad para la
cual ya no es una opción parar.
Lo mismo ocurre con la educación: La educación pública nace
para igualar las posibilidades de las personas que menos tienen con quienes
naturalmente nacieron con mayor fortuna, además de mejorar su propia calidad de
vida, cultivar su inteligencia, socializar y conocer otras realidades para
poder mejorar la suya propia. Lo mismo ocurre con niños que también han tenido
mejor fortuna, pero que son niños y también tienen derecho a recibir una
educación que le permita encontrar la mejor versión posible de sí mismos.
Sin embargo, la “educación virtual” no logró conservar la
esencia de la educación pública: hogares sin dispositivos tecnológicos y sin
internet, hogares con dispositivos tecnológicos pero sin internet de calidad,
hogares con internet pero sin dispositivos tecnológicos que le permita acceder
a cierta educación de calidad. Se amplificó la desigualdad, y así como aún no
sabemos cuáles serán los efectos definitivos del coronavirus en las personas,
tampoco sabemos qué consecuencias tendrá la falta de educación durante un año y
medio para un grueso de la población para la cual acceder a la educación
virtual no pudo ser una opción.
Quiero destacar que más del 80% de los docentes locales
tanto de establecimientos públicos como privados se encuentran vacunados; y
también que desde el inicio del ciclo lectivo se han visto afectadas 58 de 893
burbujas totales, poseyendo como secuela 7 contagios efectivos dentro de
burbujas de una matrícula de casi 10.000 alumnos regulares.
Sobre tal referencia adicionamos
también que, dada la idiosincrasia de nuestra comuna y su expansión
demográfica, los alumnos asistentes a los establecimientos educativos de esta
comuna suelen utilizar el transporte público pero no es fundamental para que
puedan asistir, o al menos no más que la imposibilidad de tener internet en su
casa o un dispositivo digital. Esto disminuye así las posibilidades de
contagios ocasionados por traslados, causal también esgrimida por el gobierno
nacional como factor relevante de la transmisión del SARS-CoV-2.
Respecto al
proceso de vacunación de la población local, al 13 de junio del corriente
comunicamos que contamos 14.188 vacunados totales (1º dosis:
10.959 y 2 dosis: 3.229).
Dicho proceso implicó un significativo y abrupto descenso en los casos
locales y variación angular descendente de la curva de contagios, habiendo
disminuido los 548 casos activos del 29 de mayo del corriente, a 422 actuales
(12/06/21), manteniendo una ocupación de camas de terapia intensiva no superior
al 20%.
Tales datos indican como corolario una propagación de
contagios significativamente inferior y distinta a la utilizada por autoridades
provinciales para determinar en qué fase se encuentra cada municipio,
particularmente el Partido de Pinamar; y muestra cabal de ello es que se arroja
mediante el cálculo provisto de datos empíricos una tasa real de letalidad
local del 0.9 %, siendo de 1,4 % para las autoridades sanitarias provinciales
de acuerdo a la información oficial que no contempla las variables enunciadas.
Vale, en idéntico sentido, subrayar y corregir, bajo el
conocimiento real y material brindado por institutos de estadísticas y censos
de organismos oficiales que, aproximadamente 7 de cada 10 niños que residen en
la Provincia de Buenos Aires se encuentran bajo la línea de pobreza, y que
efectivamente las consecuencias de evaluar erróneamente los riesgos de
preservar la asistencia y minimizar los costos de las escuelas cerradas resulta
un inequívoco infortunio, máxime cuando luego de más de un año de restricciones
por la pandemia de COVID-19 resulta apremiante concentrar los esfuerzos en
decisiones políticas ajustadas a la realidad local para que los niños que se
encuentran en los sectores de mayor vulnerabilidad de la sociedad puedan
revincularse escolarmente de manera urgente.
Los riesgos de contagio con la presencialidad escolar son muy bajos en comparación con las pérdidas que genera la suspensión de clases presenciales en términos de aprendizaje, oportunidades de empleo futuro y justicia social. Los estudios actuales no muestran incrementos significativos de tasas de contagio cuando la reapertura de escuelas se realiza de manera cuidada, pero por el contrario el cierre de escuelas profundiza la desigualdad social existente, reflejando entonces que los niños de sectores sociales mas vulnerables resultan más desfavorecidos por experimentar mayores pérdidas de aprendizaje.
Es por ello que quiero pedirle
que reconsidere la posibilidad de que regresen las clases a Pinamar. Creemos
que debe ser la primera prioridad y no puedo dejar de decírselo, ya que la vida
democrática consiste en sanos disensos y la posibilidad de generar acuerdos que
garanticen la mejor calidad de vida posible de los ciudadanos, para quienes
trabajamos.
También quiero solicitarle la
revisión de la población que se toma para nuestro municipio: De acuerdo al
último censo, nuestra comuna registra una densidad poblacional tomada del
padrón electoral del año 2019 y que da la cifra de 32.000 personas autorizadas
para emitir el sufragio, número base que es empleado por el Ministerio de Salud
Provincial para determinar el índice de contagiosidad local. Estimamos que con
la información que posee la propia provincia de Buenos Aires también pueden
incorporar la matrícula escolar existente desde el 1 de mayo al 1 de junio del
corriente indica 9.935 alumnos asistentes, sin contemplar la educación privada,
ni los niños de menos de 3 años que no están escolarizados, ni de las personas
que se han mudado a Pinamar y que no tienen domicilio.
Tal diferencia cuantitativa varía sustancialmente los
resultados del índice de personas contagiadas y curvas epidemiológicas de
nuestra localidad, no siendo en consecuencia eficiente la toma de decisiones
que apunten a preservar la salud pública, contener y mitigar la propagación de
la epidemia de COVID-19 bajo parámetros y estadísticas ajenos a la realidad.
Consideramos
que las medidas aplicadas a nuestra comuna no resultan ajustadas a la realidad
ni proporcionales en relación a la amenaza que se enfrenta, medidas que deben
tomarse en forma sectorizada, razonable y temporaria como establece el DNU Nº
334/21 en sus consideraciones.
Comprendo que sea compleja la provincia de Buenos Aires y que la primera tentación sea creer que no se pueden tener consideraciones municipio por municipio, pero yo creo que sí, ya que los municipios y nuestra autonomía municipal nos encontramos avalados por el artículo 126 de la constitución nacional.
Espero tenga a bien recibir
esta carta, bajo la convicción de que a través del respeto podamos ponernos de
acuerdo en un asunto tan importante para todos.




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