Lo policía concurrió ante la queja de vecinos a un domicilio de Ostedende, en Mónaco y Junín, en donde encontró a unos 60 jóvenes en el interior de una vivienda mientras festejaban una fiesta clandestina sin ningún tipo de protocolo sanitario.
Se le informó al encargado del lugar acerca de la falta, se
apagó la música y muchos de los que estaban en el patio de la finca comenzaron
a dispersarse por el fondo de la misma dado que carecía de cerco perimetral la
propiedad.
Ante esto, los uniformados comenzaron a escoltar a algunos
de los que se iban del sitio; mientras eran insultados.
Minutos después decidieron pasar nuevamente frente al
domicilio y recibieron una pedrada en uno de los móviles e insultos.
Al bajar, una lluvia de piedras cayó sobre ellos por lo que
debieron disparar cartuchos anti-tumulto para frenar el ataque.
El dueño del lugar, de unos 20 años y otros dos jóvenes de
18 y 19 años terminaron demorados.




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