Madariaga desde el último día de abril al 6 de mayo sumó 62 nuevos casos de COVID y otorgó 42 altas médicas. Hay más de 400 aislados y la cantidad de activos informado hasta ayer era de 73.
Esta mañana
el secretario de salud, Amadeo Echeverría, anticipó que el sistema de camas de
internación se encuentra con una ocupación casi total y se tomó la decisión de
reducir la atención en consultorios para evitar que haya personas dentro del
ámbito del hospital.
Con estos
datos, más los sumados por la Región Sanitaria VIII que coteja los informes del
SISA que difieren muchas veces con los que informa el municipio, el intendente
Esteban Santoro participará de una teleconferencia con miembros de la Jefatura
de Gabinete de Ministros.
En estos
encuentros, se exponen los datos con los que cuenta provincia y se aporta la
recomendación del Ministerio de Salud. Luego los mandatarios ensayan –muchas veces-
una especie de defensa para poder mantener el status que les permita el mayor
número de aperturas económicas. Sin embargo, Madariaga va – en esta semana- con
muchos puntos en contra.
El propio
Echeverría informó en una entrevista radial que “llueven denuncias de fiestas
ilegales, cumpleaños o casamientos” y se frustró al considerar que la
ciudadanía no toma conciencia y que tampoco nadie logra hacer algo para
frenarlas.
Eventualmente
el ingreso a fase 3 se define los días lunes y de caer la ciudad a ese estadio
debería cerrarse el cine, los gimnasios en espacios cerrados y los natatorios.
Los encuentros sociales sólo serían de hasta 10 personas.
La actividad
comercial, para la fase, está estipulada hasta las 20:00 horas aunque los bares
y restaurantes pueden funcionar hasta las 23. No obstante esto puede varias
según definiciones locales.




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