¿Qué es?
El monóxido de carbono (CO) es un gas altamente tóxico que
se produce por una mala combustión. Los combustibles fósiles como la madera, el
carbón, el gasoil o el gas natural necesitan oxígeno para quemarse. Cuando la
cantidad de oxígeno es insuficiente, se produce una combustión incompleta del
combustible y se forma monóxido de carbono.
Es un gas sumamente peligroso porque es difícil de detectar:
es inodoro, incoloro, insípido y no irrita. Es el causante de un importante
numero de muertes todos los años en el país.
Cómo prevenirlo:
1- Ventilar
Mantener una ventilación permanente de los ambientes, y
verificar que no estén obstruidas las rejillas de ventilación. Dejar siempre
una rendija abierta para que circule y se renueve el aire. Además, asegurar que
los conductos de evacuación de gases y chimeneas no estén obstruidos ni
desconectados.
2 – Llama siempre azul
El color de la llama siempre debe ser azul con los extremos
transparentes. Una llama amarilla o anaranjada indica mal funcionamiento de los
artefactos y es la señal de alarma más notoria que tenemos para detectar un
problema en forma temprana.
3 – La cocina es para cocinar
No utilizar el horno o las hornallas para calefaccionar ya
que consumen mucho oxígeno del ambiente y no fueron diseñadas para ese fin.
Además, es importante mantener las hornallas de la cocina limpias de líquidos y
alimentos porque eso obstruye los quemadores y genera una mala combustión.
4 – Artefactos adecuados para cada ambiente
Está prohibido el uso de cualquier artefacto que no sea de
tiro balanceado en dormitorios y baños (calefones y calefactores de tiro
natural, estufas de tipo infrarrojo, etc). En aquellos ambientes en donde
funcionan artefactos de cámara abierta, son obligatorias las rejillas de
ventilación permanentes. Solo se deberán instalar artefactos aprobados por los
Institutos avalados por el ENARGAS. Adicionalmente, los artefactos deberán
contar con válvula de seguridad y ser instalados en forma fija. No está
permitido el uso mangueras de goma dada su peligrosidad.
5 – Verificaciones periódicas con instaladores matriculados
Es importante verificar periódicamente con instaladores
matriculados el funcionamiento de los artefactos a gas, sus conductos de
evacuación y las ventilaciones, sobre todo cuando bajan las temperaturas, ya
que se ponen en funcionamiento las fuentes de calefacción luego de largos
períodos sin uso, y además se tiende a minimizar la ventilación de los
ambientes.
Síntomas
Frente a una intoxicación, los síntomas que se producen son
similares a los de una gripe o malestar estomacal, lo que hace muy difícil su
adecuada identificación. Una intoxicación leve se manifiesta con debilidad,
cansancio y tendencia al sueño; dolor de cabeza, náuseas y vómitos; dolor de
pecho y aceleración del pulso en la primera fase. Una intoxicación grave,
producida en función del tiempo de exposición a este gas y de la concentración
en el ambiente, puede producir temperatura corporal baja; inconsciencia,
respiración irregular, convulsiones, pulso lento y/o irregular, tensión
arterial baja, y hasta paro respiratorio.
¿Qué hacer?
Ante una emergencia, en primer lugar, hay que dar aviso
inmediato al sistema de emergencias de la zona. Retirar a la persona intoxicada
del ambiente contaminado, trasladándola a un área libre de gases tóxicos,
preferentemente al aire libre. Mantener a la persona abrigada y recostada. Si
la persona está inconsciente, tomarle el pulso y cerciorarse de que respire. En
caso de que haya tenido un paro respiratorio, se deberá practicar reanimación
cardio-pulmonar. Asegurarse que la ambulancia se encuentre en camino.




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