Por: José Costa
Como si fuera una estrella de la televisión, el cine o las
redes sociales, el desembarco de "Chanchi", un cerdo de la raza
Juliana, en estas playas, se transformó en uno de los atractivos de la
temporada.
Con tan solo 11 meses, Chanchi, tal como lo bautizaron,
forma parte de esta familia de Hurlingham que asegura que el nuevo integrante
es más inteligente y necesita más atención que otras mascotas como perros o
gatos. Fue el regalo de 15 años de la hija adolescente de la familia, que
cumplió en plena cuarentena.
"Desde chiquita que vi una publicación de unos
chanchitos chiquitos en los Estados Unidos y quería uno, pero no eran legales
acá. Para los 15, en cuarentena, se le ocurrió de nuevo a mi mamá comprarme
uno", dijo Luciana, de 15 años, a LA NACION, y agregó: "Es mucha
responsabilidad. Hay que darle mucha atención, sacarlo a pasear para que haga
sus necesidades. Pesarle la comida que se le va a dar en cada momento. No es
que come cualquier cosa. Come verduras, frutas y proteínas de origen vegetal.
Lo que más le gusta es lo dulce".
La adolescente también detalló: "Duerme en mi
habitación. Hasta hace un tiempo en mi cama. Ahora lo estoy acostumbrando a
dormir en una cucha porque ya está más grande y yo dormía incómoda".
Quien tuvo la idea de cumplir con el sueño de Luciana fue su
madre, Natalia, que contó: "Lo trajimos de La Pampa. Es una raza que crece
hasta el tamaño de un perrito mediano. No más que eso. Crece hasta los 5 años y
después no más y tiene una vida promedio de 15 años. Es muy similar a los
perros, pero mucho más demandante porque los chanchos son más inteligentes. Si
están aburridos comienzan a hacer lío. Por eso le tenemos que dar actividades
físicas e intelectuales, por decirlo de alguna manera".
"Por ejemplo, ellos en la naturaleza están 12 horas al
día hocicando en busca de comida. Como acá eso no lo tiene que hacer porque
recibe cuatro comidas al día, hay que darle otras actividades. Lo que hacemos
es colgar una botella agujereada con avena adentro y él se da cuenta de que
golpeándola la avena cae. Aprende rapidísimo. Más que los perros", explicó
Natalia.
Su hija agregó: "Entre los trucos que ya sabe está
hacer el ocho entre las piernas. Sentarse, dar vueltas, pasar entre las piernas
mientras camino. Si tengo comida hace cualquier cosa".
La familia tiene una perrita hace 10 años y, por ahora, la
convivencia con Chanchi no es del todo buena: "Tenemos que estar atentos.
Ella está muy celosa, fue la única mascota por 10 años. Cuando él llegó era muy
bebito y la buscaba como si fuese una mamá y a ella eso no le gustó nada. Él la
busca para jugar, pero juega a los topetazos y, para ella, eso es una
agresión".
El debut en la playa, pero no en el mar
"Es su primera vez en la playa. Le gustó. En la arena
está todo el tiempo hocicando y buscando los berberechos que se los come.
Después se acerca hasta la orilla, que el agua le moje un poquito las patas,
pero no le gusta el agua fría, le gusta el agua caliente", explicó la
madre de la familia, que parece haber estudiado al detalle todos los cuidados
que debe tener para una mascota poco convencional.
Según explicó Natalia, Chanchi se adaptó al ritmo de vida de
la casa familiar y en las vacaciones duerme aún más: "La playa lo cansa
mucho más. Así que tipo 10 de la noche ya se está durmiendo y se levanta a las
10 del día siguiente".
Ante la pregunta de cómo tomaron en el barrio la novedad, la
mujer respondió: "Ya es famoso, todos lo conocen. Todos se entusiasman y
quieren uno. Pero lo que les digo es que primero lean, investiguen y se
informen porque no es como tener un gato o un perro, hay que darle mucha más
atención".
"Por ahora, todas las personas que se nos acercaron fue
con buena energía. No hubo reclamos o planteos. Sí están las típicas bromas de
la parrilla o el asador", contó Natalia, que fue interrumpida por su hija:
"Comentarios innecesarios que cuando los dicen pongo mala cara y
listo".
La adolescente agregó: "Yo era vegetariana, si no lo
fuera, no lo tendría. Además, en casa todos dejamos de comer cerdo. Ya venía
con eso antes de tener a Chanchi". Luego recordó un poco risueña y un poco
resignada que uno de los días de playa una persona le dio de comer una
medialuna de jamón y queso.
Ante la falta de barro a la playa va con protector solar
"Es limpio, le encanta que lo bañen con agua caliente.
Se relaja tanto que se duerme. No hay problemas de limpieza en casa, salvo por
el barro que le encanta, obviamente. Entonces, con la manguera en el jardín,
hacemos un poco de barro para que se refresque porque sufren mucho del calor y
lo usan para proteger la piel que es muy sensible", dijo Natalia.
La mujer detalló cómo hacen para protegerlo en la playa:
"Antes de venir le ponemos protector solar porque tiene la piel muy
delicada y su manera de protegerla es con barro. Se protegen y se refrescan
porque al no tener glándulas sudoríparas, sufren mucho el calor".
Ante la consulta de cómo es la experiencia de tener un cerdo
como mascota y si están contentos, dijeron: "Estamos felices, nunca
imaginamos que sería tan demostrativo. La cantidad de sonidos que hace es
impresionante. Cómo juega con ella. Por ejemplo, se pone contento cuando vuelvo
después de salir. Si lo dejamos solos unos 10 minutos o un ratito porque fuimos
a hacer alguna compra, nos recibe como si nos hubiésemos ido un mes".




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