Un joven aprovechó para hacerse del cargador de un teléfono celular de una de las empleadas de un kiosko de sarmiento al 1100 durante la tarde de este sábado.
Para conseguirlo le hizo un pedido para que la persona que
atendía se descuide y deje a mano el cargador. A esta situación también ayudó
el tamaño de los muebles expositores que hicieron que la maniobra sólo sea
captada por una cámara de seguridad.
El joven se retiró luego de hacer la compra pero no sin
antes haberse metido dentro del pantalón el accesorio del telefonía celular.




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