El
Instituto Médico Madariaguense, después de poco más de 20 años, cierra sus
puertas el próximo fin de semana al no poder hacer frente a la situación
económica actual que llevó, por la pandemia, a la prácticamente inexistencia de
operaciones y atenciones programadas.
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Foto: Marco Chiaramello |
Durante los
últimos meses los 8 socios propietarios intentaron negociar bajo la premisa de
mantener las fuentes laborales y darle preponderancia a la labor de médicos
locales pero, los únicos interesados retiraron su interés por el centro
asistencial.
En total 38
personas pierden su trabajo, entre enfermeros, personal administrativo,
limpieza y médicos y se pierden 24 camas del sistema sanitario local.
Raúl
Zumstein, uno de los socios, fue el encargado de salir a dar explicaciones y
lanzó una autocrítica al decir que todos los asociados son médicos y tal vez no
se manejaron empresarialmente de manera correcta porque no manejaban contactos
o negociaciones con las obras sociales para lograr los cobros o sumar nuevas.
Tenemos una realidad muy distinta a las clínicas de las ciudades grandes. En los últimos meses han cerrado el 60% de las clínicas de los pueblos. Ayacucho o Gesell y están cerradas. Es nuestra realidad. Sinceramente no le encontramos la forma y los hemos intentado desde ahorro de luz, de personal y no podíamos mejorar. La pandemia hizo lo suyo. Había días sin ningún internado y fines de semana enteros vacíos. Es insostenible el costo mensual.
También
agradeció a todos los empleados que aceptaron en el último tiempo cobrar en
cuotas y relató que todos los propietarios “pudieron el hombro” en todo este
tiempo junto a al resto de los trabajadores.




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