De manera repentina el
centro de la ciudad se volvió ruidoso por una gran cantidad de bocinazos que
llamaron la atención y llevó a varios a salir a la calle. Una sorpresiva caravana de estudiantes festejando su día se formó con
la ayuda de padres que manejaban los vehículos.
Más de una docena de
camionetas y autos llevaron a chicos en las cajas y dentro de los autos con
carteles y, en algún caso, bengalas de humo.
Los jóvenes, que no se
resignan a pesar de la cuarentena a los festejos, se presentaban embarrados
exponiendo una tradición regional de nuestra ciudad en materia de esta clase de
festejos.
Los bocinazos se
extendieron por algo más de 20 minutos.




Redes