Un cliente, habitué del lugar, se bajó del auto sin barbijo y pretendía que el playero le cargue nafta. El empleado le solicitó que se coloque el barbijo, el hombre lo rechazó y luego le pegó una trompada.
"No entendemos por qué este nivel de violencia. Nosotros lo conocemos muy bien a este hombre porque viene siempre. Además, es empleado admistrativo del SAMCO de Santo Tomé. Él debería dar el ejemplo".
Finalmente, Karen remarcó que:
"Mi compañero perdió un diente por el golpe".




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