Los malvivientes tuvieron todo el tiempo del mundo para “trabajar” en el forzado de los cerramientos de la vivienda para por entrar. Arrancaron rejas y barretearon puertas para llegar al interior de la casa.
De allí se llevaron una garrafa, herramientas, baterías que estaban guardadas, un machete y tenazas.
También se alzaron con un motor que estaba en la zona exterior de la finca y cubierto con nylon.
El hecho se produjo entre el miércoles y el sábado; jornada en la que fue descubierto el ilícito.




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