En búsqueda de las armas la policía encontró un arsenal y detuvo a una mamá y sus dos hijos, de entre 19 y 22 años de edad.
En total fueron tres los allanamientos realizados en casas contiguas para proceder a las aprehensiones. En una de ella encontraron municiones, en la siguiente una carabi y, luego ya en la casa de la mujer, un arsenal que sorprendió a todos: había escopetas, revólveres listos para disparar y rifles de aire comprimido.
Por eso todos los integrantes de la familia quedaron demorados y maána deberán declarar mediante videoconferencia ante el fiscal Walter Mercuri.
Todo sucedió en calle 109 entre 22 y 24 de Los Pinos y se desató con el asesinato de Rambo; un perro labrador que pertenecía a una familia.
Como era el segundo can que les mataban en 6 meses decidieron hacer la denuncia a pesar de estar temerosos de la exposición policial por eventuales represalias.
Los damnificados aportaron pruebas y fue la policía la que determinó la cantidad de disparos que recibió el animal y el calibre.
Con datos recabados en la zona dieron con esta familia y se pidieron los procedimientos.




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