Gracias a una filmación de la cámara de la zona las autoridades pudieron identificar al sujeto que se lo llevó y el fiscal Walter Mercuri ordenó un allanamiento en un domicilio ubicado en las calles Panamá y Colombia, para dar con lo robado.
Sin embargo no lograron encontrarlo y el acusado negó los hechos y su participación.
No obstante, un eventual comprador se dio cuenta que lo adquirido era robado, se presentó espontáneamente y devolvió el artefacto. Además, declaró que el acusado fue quien se lo vendió complicando así su situación en el hecho.




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