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VILLA GESELL – CRIMEN DE FERNANDO: Más de 50 pruebas complican a los 10 rugbiers

La fiscal Verónica Zamboni comenzó a redactar el procesamiento contra los 10 rugbiers que atacaron y dieron muerte el 18 de enero pasado a Fernando Baéz Sosa a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.

En su poder cuenta con más de 50 pruebas que complica a cada uno de los detenidos en el penal de Dolores. Hay 10 grabaciones de video de cámaras de seguridad que registran la presencia de 8 de ellos en la zona del crimen y una de ellas tomó el momento en donde dos se abrazan y parecieran festejar el ataque llevado adelante contra la víctima. Con esa secuencia la querella, llevada adelante por Fernando Burlando, buscará que se coloque como agravante el “crimen por placer”; una figura sólo utilizada en el país en dos casos. Además ya se pidieron pericias psiquiátricas para cada uno de los imputados.

Además está el resultado de las ruedas de reconocimiento. 9 de los deportistas fueron vistos aquella noche por algunos de los 14 testigos que participaron.

Máximo Thomsen fue señalado por siete testigos como uno de los que golpeaban a Fernando. Mientras que Tomás Enzo Comelli fue identificado por cuatro testigos como otro de los golpeadores. A Luciano Pertossi cinco testigos lo identificaron como el tercer agresor. En tanto, que Ciro Pertossi fue señalado por dos testigos como otro de los golpeadores y quien comenzó la pelea dentro del boliche Le Brique.

En el grupo de sospechosos que no pegaron, pero que estaban con los golpeadores y daban superioridad numérica, figuran: Blas Cinalli, señalado por un testigo; Matías Franco Benicelli, con cuatro reconocimientos positivos, y Ayrton Michael Viollaz, con cuatro identificaciones positivas.

El octavo sospechoso sobre el que aparecieron pruebas sería Lucas Pertossi, que si bien no fue identificado en las ruedas de reconocimiento, en el peritaje realizado en su teléfono celular se encontró una grabación de 15 segundos con una supuesta arenga que expresaba: "Péguenle, mátenlo", cuando lo sacaban del boliche y encontraron a Fernando frente al local bailable.

Hasta el momento, no trascendieron cuáles serían los elementos que vincularían a los otros dos detenidos: Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino. Ninguno de ellos fue señalado en las ruedas de reconocimiento. Tampoco aparecerían en las imágenes de las cámaras de seguridad que fueron incorporadas en el expediente.

Pero el informe precario médico encontró en ellos marcas en uno de los puños y arañazos en la espalda del otro chico.

A esto se le suma el resultado de la copia y apertura de los teléfonos celulares secuestrados. Allí había chateos en donde hacían referencia a “la pelea” y hasta un video grabado mientras se reagrupaban luego de ser expulsados del boliche. La secuencia de 20 segundos llega hasta el momento en donde identifican a Fernando y comienzan a acercarse para pegarle. Sólo esta prueba marca la premeditación.

Hasta el momento, los investigadores judiciales y policiales habrían determinado que Thomsen y Ciro Pertossi se abalanzaron sobre la víctima, para agredirlo. "Primero le pegaron desde detrás, todo ello en forma premeditada y con el fin de darle muerte", describió la fiscal en el dictamen con el que fundó los pedidos de detención de los imputados.

"Los dos agresores contaron para cometer el hecho con la necesaria intervención de otros sospechosos", Para Zamboni, todos "acordaron dar muerte a Báez Sosa previamente, facilitando y posibilitando estos la comisión del suceso delictivo al resultar superiores numéricamente y al rodear a la víctima y a sus amigos entre todos".

Además, en la descripción del hecho que consta en las indagatorias, la fiscal remarcó que de esa forma impidieron que Báez Sosa "pudiese defenderse por sí solo e incluso que sus amigos pudiesen hacerlo, quienes también fueron violentamente agredidos, recibiendo golpes en el cuerpo, causándoles a algunos de ellos lesiones corporales también".

En las últimas horas, los investigadores judiciales se abocaron a elaborar una línea de tiempo y a confrontar las imágenes de las cámaras de seguridad con las declaraciones de los testigos para definir cuál fue la conducta de cada uno de ellos.

Zamboni afirmó que, luego del ataque, los imputados "se dieron a la fuga del lugar para lograr su impunidad", aunque luego fueron detenidos.

El recorrido que los acusados realizaron después del homicidio de Fernando fue grabado por varias cámaras de seguridad. En uno de los registros, cuatro de ellos aparecieron cambiándose de ropa y otros fueron grabados en una casa de comidas rápidas.

Algunas de esas prendas, con restos de tejido hemático, fueron secuestradas cuando los policías detuvieron a los imputados y serán sometidas a peritajes para determinar si corresponde a la víctima, quien fue hallado sangrando, después de la golpiza que le dieron.
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