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BRUTAL FEMICIDIO EN PARAGUAY: El dolor de la madre de la chef platense asesinada

Por razones laborales, María Fátima Díaz decidió hace más de 8 años radicarse en aquel país. Trabajaba como cocinera en uno de los restaurantes más caros de Asunción. Fue asesinada con un arma blanca por un compañero de trabajo que estaba violentamente "obsesionado" con ella: sufrió heridas mortales en el cuello.
María Fátima Díaz, de 41 años, decidió radicarse en Paraguay hace más o menos ocho años para poder seguir ejerciendo su profesión de chef. Lo hizo en el restaurante Zulu, como jefa de cocina. En ese contexto conoció a un compañero-empleado, también cocinero, Jorge Enmanuel Ramos López, de 24 años, que hasta el momento es el único sindicado por la policía como autor del hecho. 

El femicidio fue perpetrado este martes por la tarde en una vivienda ubicada en General Artigas entre Sauce y Boquerón, del denominado Cuarto Barrio de Luque, una zona residencial de la capital paraguaya. El autor del crimen se entregó a la policía sin ofrecer resistencia y se presume que todo tuvo lugar en el marco de una fuerte discusión por una violenta obsesión del hombre, que terminó en el asesinato.
Olga Gilardi (78), madre de la víctima, se enteró ese mismo día: "Nos contactó una amiga de la infancia de Fátima y al principio no lo podía creer", contó la mujer al diario El Día. Por su parte, la fiscal Sandra Ledesma manifestó que María Fátima "no tenía una sola herida, tenía varias. Hay rastros de sangre por toda la casa, la víctima fue arrastrada porque hay manchas hasta en la muralla (medianera) del vecino. Tenemos que averiguar qué vínculo tenía la víctima con el supuesto autor".

Al comienzo se pensó que Ramos López era pareja de la víctima, pero luego se supo que era un compañero de trabajo que estaba violentamente obsesionado con ella. "El hombre estaba enamorado y obsesionado con ella, y aunque no existen denuncias previas, tuvieron algunos problemas", detalló la fiscal. Actualmente el acusado espera en una dependencia policial a que se resuelva su situación procesal y así ser trasladado al penal de Tacumbú. Podría recibir una pena de hasta 30 años de prisión y aun así se negó a declarar ante la fiscal.

"Mi hija era un ángel. No entiendo qué pudo pasar, no puedo creer que no voy a verla nunca más", lamentó Olga y contó que "la mitad de la familia está allá intentando traer el cuerpo, yo acá (en La Plata); es muy difícil esto y muy doloroso”. María Fátima tenía tres hermanas y antes era policía. El oficio no le gustaba del todo y por eso emprendió un negocio textil. Después de unas vacaciones con amigas en Paraguay, decidió irse a vivir a ese país: allá estudió cocina y "consiguió trabajo enseguida", según contó su madre.

"Trabajaba mucho, iba tres veces por día a Zulu Por eso hace unos días tuvo que ir al médico y le dijeron que tenía stress, que aflojara un poco", añadió la mujer. Hacía dos semanas, María Fátima había venido a La Plata a visitar a su familia: "Vino sola, como siempre, salimos a tomar un café y fuimos al centro, porque había sido mi cumpleaños y mi hija se sentía mal por no haber estado presente", contó Olga, y aseveró que el crimen de su hija "es re doloroso", además de que "traer el cuerpo desde allá nos cuesta más de 100 mil pesos y no tenemos esa plata, así que la opción que nos queda es velarla y enterrarla en Paraguay".


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