Se trata de Erika
Grizmacher, una docente de la Escuela Primaria N°10 de Dolores.
El hecho
ocurrió hace dos semanas. La mujer está internada y, si bien su vida está fuera
de peligro, tiene algunas secuelas en el habla y en la movilidad de los
músculos faciales.
"El
episodio sucedió por un hecho cotidiano entre dos chicos de la escuela, el cual
fue abordado y resuelto en el momento. Los niños se retiraron y el padre de uno
de ellos se acercó a la docente y la empezó a menospreciar verbalmente.
La escuela
invitó al padre a una entrevista pero continuó agrediéndola hasta que se fue.
Frente a esto la docente se dirigió a la jefatura distrital y luego habló
conmigo. La calmamos y luego la asesoramos para que realice la denuncia
correspondiente. Ya hemos tenido otras intervenciones con este padre pero no de
esta magnitud" Eliana Manzo, Inspectora de nivel primario en Dolores.
El ACV
ocurrió horas después del incidente por un cuadro de estrés. "El estrés es
uno de los factores de riesgo más importantes, pero no el principal. Esta
estudiado que la sumatoria de distintos factores de riesgo son los que de
alguna manera determinan la propensión a desarrollar un ACV. No sabemos
específicamente qué tipo de ACV tuvo esta persona, pero el estrés suele ser un
disparador de los ACV hemorrágicos, ya que se genera un elevado aumento de la
presión arterial",explicó Máximo Zimerman, director médico del centro
CITES INECO.
Según
Mujeres Dolorenses, una comunidad de mujeres feministas de esa ciudad, el
agresor ya tenía otras denuncias por acoso.
El viernes
pasado se hizo una marcha para pedir justicia. Bajo la lluvia, docentes de
Dolores se congregaron en la plaza Castelli para reclamar por el caso.
Grizmacher continúa internada en una clínica de La Plata.




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