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Un ultra maratonista local que competirá solidariamente en Europa

Gustavo Ismail desde hace unos 6 años se dedica a la maratón pero sus metas fueron creciendo y se convirtió en ultra maratonista, es decir supera los 44 kilómetros y no sólo eso, sino también el dolor y el cansancio.

En diálogo con Central de Noticias nos habla de metas, de como lograr alcanzarlas, como manejar el cansancio y el dolor, de como despejar la mente y de alimentación

Aunque parezca mentira casi no tiene tiempo para entrenar y sólo 2 veces a la semana hace trabajo físico. Pero todo esto cambiará en los próximos días porque, desde diciembre, sabe que competirá en Europa el 28 de agosto.

La Ultra-Trail du Mont-Blanc consiste en 170 kilómetros a completarse en 46 horas y el madariaguense, junto a otros dos tandilenses que son obreros de construcción, aspiran a llegar entre los primeros 500 – una hazaña si se considera que en esos lugares sólo arriban quienes son profesionales y no los amateurs.

Unirá los Alpes franceses, suizos e italianos pero en su cabeza, además de todo lo que debe preparar, está la solidaridad.

Ismail, como en cada ultra maratón que realiza, quiere juntar comida para los 4 merenderos de Madariaga y para lograrlo “venderá” los kilómetros que recorrerá. Parece raro pero para entenderlo mejor él explica que en una planilla de Excel tendrá 170 casilleros y en ellos colocará el nombre de las personas que aporten leche, azúcar, cacao o galletitas. Así de simple, así de fácil. Sin embargo aún está definiendo el valor simbólico que deberá invertir en alimentos cada aportante.

“Hay mucha gente que colabora de ciudades y de provincias”-dice- “por eso va a haber centros de recepción en Mar Del Plata, Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca y el norte del país”. Su idea no es alocada y cuenta con el apoyo de decenas maratonistas que comparten su pasión y que funcionarán como coordinadores.

Para entrenar recorre sierras de Tandil, Balcarce y cada 40 días emprende viaje a la zona cordillerana para adquirir mayor entrenamiento en altura.

En su hazaña cree que no dormirá, que sólo parará en los puestos de control y que lo logrará con trabajo mental que lo ayudará a vencer el dolor. “No hay manera de cortar camino, primero porque no se francés y segundo porque pongo en riesgo mi vida. Son senderos de montaña y hay que llegar con cansancio y sueños entrenados”.

El costeo de su reto se logra con algunos canjes, gastos compartidos con otros corredores y más de 10 horas diarias de trabajo en una empresa privada.

cnm2Central de Noticias Madariaga - Nota Gustavo Ismail from Bonustrackradio on Vimeo.
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