AHORA. Tres argentinos son buscados en Nepal, tras el terremoto

Dos argentinos son buscados en la zona de Annapurna, en Nepal, Uriel Sterin, de 25 años, y Gonzalo Zamorano, de 32, se encontraban haciendo trekking junto a un alemán, un finlandés y un vietnamita. También se trata de localizar a Magali Kanterewicz, de nacionalidad argentina y Nicolás Kingman, su pareja de Ecuador, que fueron a conocer el monte Everest, según relataron algunos familiares en las redes sociales, perdieron todo contacto con ellos, tras el terremoto.

Sus familias han intentado contactarse con ellos en las últimas horas pero el área en la que se encuentran no permite la comunicación. “Ellos están en la zona de conservación del Annapurna. Hace diez días que están haciendo trekking, pero van lento, tranquilos”, contó el hermano de Uriel, Gabriel, a los medios. “Ayer a las doce la noche de acá tuvimos el último contacto con Uri. Era la mañana de allá, él estaba esperando a que los demás chicos terminen de desayunar”, explicó.

La familia de Uriel habló con la Cancillería y el consultado pero las autoridades les explicaron que no tienen notificaciones de la zona. “Según lo que pudimos encontrar en internet, el lugar en el que están no fue muy afectado. Nosotros lo que necesitamos es tener información de esa zona, porque ellos están incomunicados”, añadió Gabriel.

Ante cualquier información, comunicarse con el 15-3181-4303 o el gabrielsterin@gmail.com.

Otro argentino, Nicolás Cassulo es uno de los pocos argentinos que están en Nepal, y que logró sobrevivir al fuerte terremoto. El turista viajó a Katmandú a una convención internacional de tatuadores realizada el jueves y, cuando volvía al hostel con sus compañeros, se vio afectado por el devastador terremoto.

“De repente empezó a temblar todo. Nos fuimos al medio de la avenida y empezamos a ver cómo todos los edificios temblaban, se movían para todos lados y estábamos con miedo de que alguno se nos viniera encima”, dijo el joven, oriundo de Mar del Plata. “Pasó el terremoto, pero llegaron las réplicas, que fueron bastantes. Veías a la Policía que no sabía bien qué hacer y las autoridades no están muy preparadas aquí en Katmandú. Es más: con los turistas que no hablamos nepalí tampoco podían comunicarse porque ellos no hablan inglés”, afirmó.

Nicolás aseguró que nunca había vivido una situación de esta magnitud: “Es la primera vez que debajo de los pies era increíble lo que sentías: el piso se iba como si estuvieras en una cama elástica, perdías el equilibrio, tratabas de mantenerte a los saltos, alejado de los edificios, saltando todo el tiempo, fueron quince segundos, pero parecieron quince años”.

Además, explicó: “Estamos en un hostel bastante moderno, antisísmico. Nos habían dicho que fuéramos a plazas o espacios verdes grandes, pero no podemos andar a la noche en la calle después de lo que ha pasado”, indicó. “No pensamos que había sido de tal magnitud, no tenemos adónde ir, pero que todos se queden tranquilos, vamos a estar bien”, concluyó.