La primera reunión se hizo en el Palacio Municipal y se conformó un grupo de personas que fueron dirigidos por Ana Rosa S. de Martínez Guerrero.
Posteriormente comenzó el trabajo de mejora de los servicios hospitalarios locales, pero se dieron cuenta que la casa en donde estaban instalados era insuficiente para responder a las necesidades de la población que estaba en constante aumento.
Entonces, las integrantes de la comisión, le presentaron la inquietud a su presidenta y definieron que era necesario comenzar con las gestiones para construir un sitio nuevo. Para lograrlo se realizaron colectas, fiestas populares, donaciones y actos de beneficencia.
En los primeros meses se lograron reunir unos 9.000 pesos que fueron entregados a la intendencia para la compara de la quinta en donde hoy funciona el centro asistencial.
Todo esto sucedió en tan sólo un año. La escritura de compra del terreno está fechada en 10 de noviembre de 1923.
Una vez logrado el sitio donde se realizaría la obra, el gobierno provincial entregó 45.000 pesos para el inicio de la edificación y, a ese dinero, se le sumaron otros 45.500 que aportó el doctor Carlos Madariaga, 25.000 que entregó Catalina G. de Martínez Ituño, 5.000 de la familia Leloir, 1.000 de González Garaño, 10.000 de Manuel Guerrero, 9.000 de la familia Abarellos, 10.000 de Antonio Guerrero, 10.000 de José Guerrero, Botto y Althabe entregaron sumas de 2.000 pesos y muchos otros donantes concedieron números menores.
Simultáneamente la comisión organizaba las denominadas “ferias francas” de beneficencia, a las cuáles se iba con donativos.
Con todos estos fondos las obras se iniciaron y la “Comisión de Damas” original se transformó en la Conferencia de Señoras de San Vicente de Paul, lográndose con el trabajo mensual donaciones provenientes del Estado Nacional.
En total entraron unos 200.000 pesos que fueron entregados por tramos: el primero llegó el 15 de junio de 1928 (50.000 pesos), el segundo el 11 de octubre de 1928 (50.000 pesos) y el último el 2 de junio de 1930 (100.000 pesos).
El hospital se convirtió en regional en menos de 5 años y todo gracias al trabajo de Ana Rosa Schiepper de Martínez Guerrero, cuya inteligencia y abnegación sólo pueden ser pagados con la gratitud.
Con motivo de la colocación de la piedra fundamental del edificio, se organizó una fiesta popular y, por primera vez en la historia de Madariaga un gobernador – José Luis Cantilo - visitó lo que por entonces era un pueblo. La ceremonia fue multitudinaria y se desarrolló un 23 de noviembre de 1923 y el 25 de abril de 1925 se inauguró oficialmente nuestro Hospital.
En esa época la Dirección de Higiene y Salubridad de la Provincia de Buenos Aires publicó: “No se ha hecho ninguna economía en la edificación ni en sus dotaciones. Por el contrario, se ha buscado la comodidad y hasta el lujo. Todo en él es costoso y podría decirse artístico. Se aleja mucho del tipo común de esta clase de establecimientos, por lo general sencillos y fríos. Más que un nosocomio, parece una casa de reposo de “surmenés” adinerados. Las piezas para pensionistas escapan a toda ponderación y están amuebladas con gusto y riqueza” (Diciembre de 1930)-
En total el monto invertido superó el medio millón de pesos.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo

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