Este lunes por la mañana trascendió la noticia de que el
papa Francisco había fallecido. La información fue publicada por el Vaticano,
luego de la última aparición que el sumo pontífice hizo desde el balcón de la
basílica de San Pedro durante la celebración de Pascua. En una entrevista que mantuvo
con Infobae, Bergoglio habló sobre la muerte y cuál era su opinión respecto a
ese momento. “Que al menos la vea venir”, confesó.
Con voz firme y totalmente preparado, Bergoglio afirmaba que
no le tenía miedo a la muerte. “Sé que va a venir”, asumía, al son de un leve
movimiento con las manos. “Alguna vez que me pareció que podría haber riesgo,
me preparé”, relataba, al mismo tiempo que recordaba una operación riesgosa a
la que había tenido que someterse.
Y continuó: “Le pedí al Señor que no me agarre inconsciente,
eso no”. Francisco había permanecido internado durante el mes de febrero, en el
Hospital Gemelli de Roma, debido a una neumonía bilateral que lo mantuvo en
grave estado durante varias semanas. Tras 38 días, fue dado de alta el 23 de
marso.
“Dicen que es raro que exista el miedo a la muerte, el miedo
es verla venir”, declaró esbozando una sonrisa cómplice. Sin embargo, ante la
pregunta sobre qué pensaba sobre los minutos posteriores a la muerte, Francisco
contestó: “Debe haber una luz muy grande, una felicidad muy grande. Un camino
muy grande en el camino del encuentro con Dios”. “Yo creo que Dios hasta último
momento, espera y ayuda”, concluía.
A pesar de su delicado estado, el Papa dirigió la
tradicional bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón de la basílica, donde
deseó a los fieles un “feliz domingo de Pascua” y llamó a la “libertad de
pensamiento y a la tolerancia” en su mensaje al mundo. Lo hizo en silla de
ruedas y sin las cánulas nasales para el oxígeno.
Una multitud de fieles se habían congregado en la plaza de
San Pedro para verlo, y su aparición generó una ovación entre los asistentes.
Este gesto fue interpretado como fortaleza espiritual, pese a las visibles
secuelas de su enfermedad.
“No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de
pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás”,
dijo ante unas 35.000 personas que lo escuchaban desde la plaza. En ese
sentido, hizo “un llamamiento a cuantos tienen responsabilidades políticas a no
ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a usar los recursos disponibles
para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que
impulsen el desarrollo”. A su vez no olvidó mencionar el conflicto de Medio
Oriente. “Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la
gente que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”, pidió el pontífice.
Los problemas de salud
Francisco enfrentó varios problemas de salud en los últimos
años que afectaron gravemente su condición física. En 2021, se sometió a una
cirugía para extirpar una parte de su intestino grueso, lo que marcó un punto
crítico en su salud. Además, padeció problemas en los ligamentos de la rodilla,
lo que lo obligó a usar silla de ruedas, bastón o andador para movilizarse. Su
condición también estuvo marcada por intensos dolores nerviosos de ciática, lo
que le dificultaba realizar incluso las actividades más cotidianas.
A pesar de estos desafíos, el Papa continuó con sus
funciones siempre mostrando un espíritu inquebrantable y un compromiso profundo
con su misión. En los últimos días de su vida, la salud del Papa continuó
deteriorándose a causa de complicaciones derivadas de la bronquitis y la
neumonía bilateral diagnosticada poco antes de su muerte.




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