El puente sobre el arroyo El Chancho, en la Ruta Provincial 56, es, tal vez, el último "cuello de botella" que quedó en una traza que recuperó agilidad a partir de las obras que se encararon para convertirla en ruta segura y conectar con destinos turísticos como Pinamar y Villa Gesell.
No lo será por mucho tiempo. Esta semana, el Ministerio de
Infraestructura y Servicios Públicos, a través de la Dirección de Vialidad de
la Provincia de Buenos Aires, informó que avanzan con las obras de reemplazo de
la vieja estructura ubicada a la altura de General Lavalle.
Los trabajos estaban incluidos en la reconversión de la Ruta
56, que pasó de ser mano y contramano a tener dos carriles en cada dirección,
además de sumar banquinas y retornos cada 4 kilómetros.
A pesar de que la obra se inauguró, el paso por el Arroyo El
Chancho se hace a través del puente viejo y en una sola mano de la autopista,
con indicaciones para reducir la velocidad por obras que están interrumpidas
hace dos años. Fuentes del sector, que estimaron que la
obra podría terminarse a fines de noviembre.
Esta intervención se enmarca en las obras que la DBVA está
realizando en el Corredor del Atlántico, con el propósito de fomentar el
turismo y agilizar el trayecto de los usuarios que circulan por esta vía clave
de la región.
“Trabajar en este tipo de obras implica poner el foco en el
desarrollo turístico de la Provincia, facilitando que las y los viajantes que
eligen destinos en La Costa Atlántica puedan desplazarse en menor tiempo y con
mayor seguridad”, afirmó el Administrador de Vialidad, Roberto Caggiano.
Y completó: “Seguimos apostando por la inversión en obra
pública, que no sólo genera puestos de trabajo, sino que impacta positivamente
en la calidad de vida de las y los bonaerenses, disminuyendo riesgos y
agilizando los tiempos de viaje”.
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