Ocurrió un 16 de septiembre de 2009 cuando casi no se usaban
redes sociales, eran muy pocas las cámaras de seguridad y el WhatsApp ni siquiera
había llegado a los teléfonos.
Durante las últimas horas volvió a ser noticia el caso por
la detención de uno de los delincuentes que fue hallado culpable en 2018 por
este hecho y que se encontraba en calidad de prófugo.
La policía dio con Pedro Zarategui, de 49 años, a la salida
de un supermercado Carrefour de la zona de Constitución en Mar del Plata
Detalles del femicidio en ocasión de robo
En la tarde de ese miércoles de septiembre de 2009 dos
delincuentes oriundos de Mar del Plata entraron a la casa de Graciela Elíe en
Uruguay 146 y la redujeron. Le causaron
un traumatismo de cráneo por los golpes, la ataron de pies y manos y le
colocaron una mordaza en la boca.
Los malvivientes se apoderaron de joyas, relojes, dinero en
efectivo, alianzas y un cuchillo de alpaca para luego huir.
Producto de la agresividad con que actuaron, la privación de
la libertad que sufrió la víctima, el tener una mordaza en la boca y la
posición en que la dejaron en el piso, provocó en la víctima una
descompensación hemodinámica que le provocó un paro cardiorrespiratorio
traumático que ocasionó su deceso.
Recién a la mañana siguiente su hijo fue a visitarla y
encontró la casa desordenada y a su madre amordazada, atada de pies y manos, ya
fallecida.
Una vez convocada la policía se realizaron las primeras
pericias y se tomaron declaraciones que llevaron a detectar que la mujer no
tenía problemas con nadie y que se trataba de un ataque en ocasión de robo.
Fue la autopsia la que arrojó que la muerte se había
producido posterior al ataque, pero el paro cardíaco llegó derivado de los
golpes a los que fue sometida la maestra ya jubilada. Segmentos de una bufanda
que tenía colocada en la boza pudieron haberla llevado a una asfixia.
La testigo que permitió dar con los culpables
La policía buscaba sospechosos y la ciudad no tenía muchos
antecedentes de hechos de semejante violencia. Al menos, no cometidos por
ladrones locales.
Con el correr de las semanas una mujer se presentó para
hablar con uniformados en una comisaría de Mar del Plata. Quería contarles que
había asistido a una allegada que era víctima de violencia de género y ésta le
relató que su pareja junto a un tío “habían matado a una señora en Madariaga”,
precisando que “la ahorcaron hasta matarla”.
A partir de allí se abrió un nuevo abanico investigativo. Se
corroboraron los datos de los dos sospechosos:
Marcelo Alejandro Brecciarolli y Pedro Jesús Zarategui, alias “Tito” o
“Titito”, a quienes se les realizaron allanamientos en busca de elementos
incriminatorios.
El secuestro de un celular permitió detectar que esa línea
se había activado en Madariaga aquella tarde de septiembre por lo que colocaba
a uno de ellos en nuestra localidad el día del crimen.
Por su parte las compañías telefónicas informaron, que ese
teléfono y otro celular habían abierto juntos celda en Camet, a la noche en
Madariaga y luego en Mar del Plata.
Los dos hombres quedaron detenidos por otros ilícitos en
Batán y las líneas telefónicas de familiares intervenidas durante algún tiempo.
En uno de los llamados quedó registrada
la grabación en donde el implicado dice: “me salió esa porquería de Madariaga
ahora…, me voy a comer veinte o veinticinco años…”.
Ya durante el juicio declararon 98 testigos. Las parejas o
familiares de los procesados poco y nada aportaron al esclarecimiento del
hecho, el “no recuerda” es una de las frases que más se repitió en el
veredicto.
El fallo fue unánime contra ellos por parte del Tribunal en
lo Criminal nº 1 de Dolores en marzo de 2018 y Marcelo Alejandro Brecciarolli y
Pedro Jesús Zarategui fueron condenados a 13 años de prisión por el delito de
homicidio en ocasión de robo.
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