
Si hay algo que no les gusta a los conductores es que les
apliquen multas y con dos simples carteles de “Velocidad controlada por radar”
se logró que todos quienes viajan a la costa presionen el freno e ingresen a la
rotonda del kilómetro 58 de la Ruta 56 a la velocidad estipulada.
El radar no existe, lisa y llanamente, pero el cartel fue la
alternativa más barata que llevará a que los usuarios carguen en los sistemas
cooperativos como Waze o Google Traficc que allí está aunque nadie lo vea.
Desde la inauguración de la autopista, en tan sólo 15 días
se produjeron unos 7 siniestros viales en la traza y 6 fueron en esa rotonda
del cruce con el camino que se denomina La Tablada y lleva a Mar de Ajó.
Una alternativa similar se aplicó en la Ruta 74 en el cruce
con la vía del ferrocarril. Allí se instalaron carteles que piden aminorar la
marcha y advierten con un “evite multas” dejando librado al azar si existe o no
un radar.
Para los locales es fácil saber dónde están los radares pero
turistas, ante el temor de ser sancionados, levantan el pie del acelerador.




Redes