En el Día
del Pionero recordamos al primer obrero que contrató Don Carlos, escribieron
desde el Museo Histórico de Villa Gesell en donde hubo una muestra especial
este domingo.
Con este
recuerdo, en las palabras de Doña Emilia, saludamos a todos los pioneros de
nuestra ciudad, hombres y mujeres que trabajaron por y para Villa Gesell.
Paul Wolf,
judío alemán, había logrado escapar a la persecución nazi y arribar
clandestinamente en Montevideo, llegando dese allí a las orillas del
río-Uruguay. Lo cruzó a nado, pisando suelo entrerriano, siguió viaje a Bs. As.
donde se contactó con Ernesto Gesell, quien lo presenta a Carlos Gesell.
“Ni
siquiera los más movidos caminos detenían a Wolf, quien no retrocedía ante la
amenaza de llegar a su destino convertido en una deplorable masa de fango.
Tanto es
así, que no faltó la ocasión para que, llevando a un contingente de visitantes
de vuelta a la estación de ferrocarril de Juancho, la Chrysler juntara tanto
barro que obligó a Wolf a bajarse y abrir, en la pertinaz caparazón que cubría
el parabrisas, un pequeño círculo que le permitiera tomar referencia de su
posición respecto del camino, mientras continuaba el viaje.
Cada dos o
tres kilómetros, el conductor repetía la tarea para “aclarar el punto de vista”
y volvía a su asiento a mirar por el orificio. Todo esto en presencia de los
azorados pasajeros, que no alcanzaban a entender cómo podía vislumbrar el
camino por tan reducido divisadero.
De ese modo fue como llegaron a la estación, en la
que los lugareños no pudieron disimular
un gesto de asombro y, al tiempo que articulaban un conturbado “¿qué es
eso?”, descubrían que la “trashumante bola de barro” no era un “aparecido
diabólico” sino el vehículo de Pablo Wolf. A pesar de su aspecto, hubo quien no
se inmutó ante la aparición. El maquinista del tren, que partía en ese momento,
lo reconoció y detuvo el convoy para permitir que fuera abordado por los
pasajeros que llegaban en tan original medio de locomoción. No fue la única
vez. El ferroviario solía esperar la llegada del transporte geselino estimando
la demora de Wolf con relación al estado del camino” (sic)
Relato de
Emilia Luther
Del libro
"La historia de Villa Gesell" de Omar Masor
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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