Ingenieros
expertos en ascensores de la Policía Federal Argentina trabajaron esta semana a
Pinamar para investigar la muerte de Alicia Sánchez, la joven de 25 años que
falleció al caer por el hueco del elevador de un edificio hace diez días. Las
conclusiones de los peritos son contudentes: el informe explica que el ascensor
falló. Hasta ahora no está acusado ninguno de los que estaba con la joven en la
fiesta.
Según la
reconstrucción de la noche del hecho que realizó el fiscal Juan Pablo Calderón,
Alicia estaba en una fiesta en el departamento de un amigo, en el piso 10 del
edificio de Constitución, entre Simbad y Del Libertador, donde había al menos
quince personas más. En la madrugada del sábado, cerca de las 3:30, tocó el
timbre el hermano de la víctima para sumarse a la fiesta. Alicia se ofreció a
bajar y abrir la puerta. Fue la última vez que la vieron con vida.
Tras
minutos de espera, el hermano de Alicia volvió a insistir con el timbre. “¿Y?
¿Me abren o no?”, dijo a través el portero eléctrico. Allí comenzó la
desesperación. Luego de buscar a la chica por todo el edificio, se dieron
cuenta de que su cuerpo estaba en el fondo del hueco del ascensor.
Según el
informe preliminar de la autopsia, Alicia sufrió múltiples lesiones en su
caída, en la que impactó contra el ascensor que estaba varios pisos abajo.
Luego de caer, según se pudo determinar, alguien llamó al ascensor, lo que
provocó que fuera arrastrada: eso le causó nuevas lesiones y, finalmente, la
muerte, según publicó Infobae.
En base a
los coincidentes testimonios de todos los presentes en la fiesta y de distintas
pruebas adicionales, el fiscal descartó que alguien haya acompañado a Alicia
cuando se disponía a bajar a abrirle a su hermano. “La chica estaba sola al
momento de la caída. Eso quedó comprobado”, explican fuentes del expediente.
Así, la
principal hipótesis se centró en una posible falla del ascensor y en una caída
involuntaria de la víctima. Por ese motivo es que se convocó a los expertos de
PFA. El jueves pasado llegó a Pinamar el equipo de ingenieros desde La Plata
con el objetivo de revisar el ascensor. Durante todo el día hicieron múltiples
pruebas. La primera conclusión a la que arribaron es que las puertas habían
sido cambiadas recientemente.Se trata de las llamadas “abanico” o “plegables”
que se abren de forma manual.
Según los
peritos, este tipo de puertas tienen dos trabas de seguridad cuando el cubículo
no está en ese piso. En la teoría, si uno de esos pestillos no se activa
correctamente, la puerta debería quedar inutilizada pero “pueden fallar”, según
los expertos. ¿Qué significa eso? Que con hacer una mínima fuerza la puerta se
abre igual aunque el ascensor no esté en ese piso.
“Si nos
ponemos en el lugar de lo que le pudo pasar a la chica, evidentemente, la
puerta falló y se abrió sin el cubículo en ese piso. Por una cuestión física,
además, ese vacío del agujero del hueco ascensor genera una energía que si uno
se da cuenta cuando está realizando el paso probablemente no pueda volver para
atrás”, explica uno de los peritos que trabajo en el edificio.
El fiscal
Calderón decidió profundizar la investigación en contra del técnico del
ascensor que actualmente está imputado por homicidio culposo. El especialista
revisó el aparato 15 días antes de la muerte de la joven y dios su visto bueno
en una oblea con su firma que todavía permanece adherida a uno de los vidrios
del ascensor.
Una vez que
esté incorporado al expediente el informe completo de los peritos es muy
probable que se procese al técnico por la negligencia de no haber advertido que
el ascensor podía fallar. Esa advertencia, quizás, podría haberle salvado la
vida a la joven.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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