Una joven aparece como solicitud de amistad en Facebook. La
foto fresca, apuntando el teléfono hacia un espejo para tomar parte de la cara
e inclusive con juventud lleva al hombre a darle aceptar.
Ella comenzó a hablarle por el chat de la red social y el
siguió esa charla amena que se iniciaba. Pocos minutos más y una foto de la
chica sin ropa llegó por el mensajero. Para seguir enviando otras fotos del
mismo tenor, el hombre debía hacer lo mismo. Era todo demasiado armonioso para
ser perfecto. El hombre accedió y pocos segundos después de presionar el enviar
los mensajes cambiaron de tono.
“Soy menor de edad y si no querés que te denuncie tenés que
depositar dinero”. El chat se cierra, se bloquea a esa bella joven y, tal vez
el calvario se termine.
Sin embargo, los extorsionadores contaban con otras amas. Ya
habían hecho inteligencia y llaman al celular de una familiar de aquel hombre
que envió su foto desnudo. Un hombre habla y cuenta la situación de trauma que
le tocó vivir a su sobrina al recibir la foto de un señor de Madariaga desnudo
y que será denunciado si es que no aporta una suma de dinero a través de
Mercado Pago.
Así consigue el teléfono de quién aparece en esa imagen sin
ropa. Lo llama y arremete con una amenaza similar. El telediscado es de la
localidad de Mendoza, aunque ese celular del llamante puede estar en cualquier
lugar del país.
La víctima cortó, bloqueo al usuario y se dirigió a radicar
la denuncia.
Lo llamativo es que los estafadores trabajaron sobre varios
perfiles de la ciudad porque usaron la imagen real de una menor de edad de
Madariaga para abrir la red social de la supuesta estafadora.




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