Hugo Tomei es el abogado de los 8 rugbiers detenidos por el
ataque en manada que le causó la muerte al joven Fernando Baéz Sosa a la salida
del boliche Le Brique en Villa Gesell en enero de 2020.
Ante el anuncio de fecha del inicio del juicio oral, pautado
para enero de 2023, el letrado sigue insistiendo en inconsistencias en el
proceso; principalmente en las primeras horas de investigación.
Por eso, se le reclamó al Tribunal Oral Criminal 1 de
Dolores que cite a declarar como testigos a los fiscales Verónica Zamboni y
Walter Mercuri, quienes investigaron el caso.
Tomei argumenta que nunca les informaron de qué se los
acusaba a cada uno de ellos y eso les impidió ejercer su derecho de defensa.
El día de los supuestos fallos es el 19 de enero. Ese día se
cometió el crimen y Walter Mercuri estaba de guardia dado que un solo fiscal,
de manera alternada, queda de guardia en la región comprendida entre Madariaga,
Pinamar y Villa Gesell.
El titular de la Unidad Fiscal logró, en principio las aprehensiones,
y fue quien escuchó cuando inculparon al remero Pablo Ventura quién nada tenía
que ver. Por eso mandó a averiguar quién era y pidió también que lo demoren.
Horas después se sabría que todo era mentira.
Las fallas para el abogado de los rugbiers se dan
principalmente el domingo 19. El fiscal viajaba para tomarles declaración uno
por uno a los acusados. Todo se iba a extender hasta pasada la madrugada y
debería contar con asistencia y ayuda dado que eran, en eso momento, 11 los
demorados.
Sin embargo, recibió el llamado de Zamboni quién le dijo que
tomaría el turno antes de tiempo y que ella se haría cargo de todo. En ese
trabajo, llamó a sus secretarios, y los documentos con las negativas de las
declaraciones salieron casi todos juntos, a una misma hora; algo que para el
abogado es una falla porque entre que se leen las acusaciones y detalles del caso
para que todos entienden de que se los acusan ahí se pierden muchos minutos.
Este planteo ya fue hecho en la recusación contra Zamboni que
fue denegada. Sucede que la fiscal los colocó a todos en una misma sala, les
habló y allí Máximo Thomsen les dijo que nadie iba a hablar. De hecho, al día
de hoy sigue el pacto de silencio.
Por ahora el Tribunal 1 rechazó el planteo del abogado de
los rugbiers de convocar a los fiscales y en la misma línea procedió sobre la
defensora oficial que intervino durante la instrucción, María Olindi Huepsi.
Para los jueces, ellos fueron investigadores y en el caso de la defensora
representante legal, pero no testigos.
La prueba que hay contra los rugbiers es contundente.
Testigos que los reconocieron, imágenes de una gran cantidad de cámaras de
seguridad del lugar y hasta sus propios teléfonos, ya que al ser detenidos
habían tenido conversaciones sobre la golpiza brutal que protagonizaron esa
madrugada del 18 de enero del 2020.
Otra prueba contundente son los rastros del ADN compatible
con el de Fernando que encontraron en las prendas de los acusados cuando fueron
allanados y detenidos en la vivienda que habitaban ese verano en Villa Gesell.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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