Las pérdidas de agua son moneda corriente en toda la ciudad de Bahía Blanca y, por las noches, se transforman en una trampa mortal al no estar debidamente señalizadas, en veredas donde se forma una suerte de cráter a raíz del constante flujo del líquido.
Este fue el caso de Ana, la mujer que describió el lamentable episodio que le tocó vivir a su hija mientras caminaba el sábado por la noche a la altura de Baigorria al 3800.
"No vio el pozo, se cayó y terminó con la rodilla lastimada", describió la indignada mujer, quien agregó que debió trasladar a la joven a la guardia del hospital para que le brinden atención médica.
Luego, comentó que a la chica le dieron una semana de reposo, medicación y, en caso de seguir experimentando dificultadas para desplazarse, deberá regresar a realizar una consulta. "Quién se hace cargo", se preguntó.
GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo
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