“La verdad que cuando salió el subsidio del IFE no cría que me pudiese tocar. Es más, no pensaba inscribirme, pero finalmente lo hice y un día me llegó”, contó.
Holosbak estaba desocupado, pero trabajó toda su vida como maquinista vial. Ahora se levanta todos los días a las 4 de la madrugada para ir al mercado a comprar los productos. A las 7 arma los cajones hasta las 11 y sale a entregar los pedidos junto a su esposa.
El hombre desea terminar de pagar sus deudas y devolver el dinero que le dio el Estado. “El día de mañana, una vez que me recupere de esta situación económica, quiero juntar esos 10 mil pesos e ir a devolvérselo al Presidente, ya que otra persona lo puede estar necesitando como yo”, dijo.
Oscar y su mujer armaron combos de frutas y verduras: bananas, cebollas, zapallos, papa, acelga, zanahoria, tomate, lechuga, entre otros productos y los comercializan.




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