Con 680 diagnósticos confirmados en todo el país, Argentina está atravesando una emergencia epidemiológica que ya se cobró 3 vidas. A qué se debe estar atento para protegerse.
El dengue, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una infección vírica transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes. Hay cuatro serotipos de virus del dengue (DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4). El dengue se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas.
Las personas infectadas sintomáticas y asintomáticas son los portadores y multiplicadores principales del virus, y los mosquitos se infectan al picarlas. Tras la aparición de los primeros síntomas, las personas infectadas con el virus pueden transmitir la infección durante 4 a 12 días como máximo a los mosquitos Aedes.
El mosquito Aedes aegypti vive en hábitats urbanos y se reproduce principalmente en recipientes artificiales. A diferencia de otros mosquitos, este se alimenta durante el día; los periodos en que se intensifican las picaduras son el principio de la mañana y el atardecer, antes de que oscurezca. En cada periodo de alimentación, el mosquito hembra pica a muchas personas. Los huevos de Aedes pueden permanecer secos en sus lugares de cría durante más de un año y eclosionar al entrar en contacto con el agua.
¿Qué recomiendan las autoridades sanitarias en Argentina?
Combatir al mosquito, el Aedes aegypti, vector que transmite esta enfermedad. A su vez especificaron que los esfuerzos de control de las enfermedades transmitidas por estos mosquitos se basan en la reducción de sus lugares de cría y no de los insecticidas aplicados.
Para una mayor eficacia de las medidas de control, se requiere de la integración de las tareas domiciliarias de “descacharrado” que puedan desarrollar las personas en sus viviendas, los operativos de eliminación de los criaderos de Aedes aegypti y los servicios de manejo de residuos sólidos urbanos para su adecuada disposición final. “Cuantos menos mosquitos, menos riesgo que se transmita el virus”. No hay vacunas disponibles contra esta enfermedad, como sucede con el coronavirus COVID-19.
Hoy por hoy, el único método para controlar o prevenir la transmisión del virus del dengue consiste en luchar contra los mosquitos vectores. En este contexto, la OMS enumeró ocho formas de prevención:
· - Evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevecillos aplicando el ordenamiento y la modificación del medio ambiente
· -Eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles hábitats artificiales
· -Cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico
· -Aplicar insecticidas adecuados a los recipientes en que se almacena agua a la intemperie
· -Utilizar medidas de protección personal en el hogar, como mosquiteros en las ventanas, usar ropa de manga larga, repelentes, materiales tratados con insecticidas, espirales y vaporizadores. Estas medidas tienen que observarse durante el día tanto en casa como en el lugar de trabajo, dado que el mosquito pica durante el día
· -Mejorar la participación y movilización comunitarias para lograr el control constante del vector
· Durante los brotes epidémicos, las medidas de lucha antivectorial de emergencia pueden incluir la aplicación de insecticidas mediante el rociamiento
· -Se debe vigilar activamente los vectores para determinar la eficacia de las medidas de control
· -La detección clínica y el tratamiento adecuado de los pacientes con dengue puede reducir de forma significativa las tasas de mortalidad por dengue grave




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