Marcos Rojo no continuará en Boca Juniors tras la participación del equipo en el Mundial de Clubes. Aunque su contrato vence en diciembre, se busca una salida anticipada que permita cerrar el vínculo de forma ordenada. El defensor había llegado libre en febrero de 2021 y fue recibido como una apuesta fuerte de la dirigencia, especialmente respaldado por Juan Román Riquelme. Sin embargo, su paso por el club no terminó siendo lo esperado.
Con altibajos dentro y fuera de la cancha, la relación entre Rojo y el cuerpo técnico se tensó en las últimas semanas. El punto de quiebre habría sido un cruce con Miguel Ángel Russo, luego de un comentario del jugador tras la derrota ante Bayern. A eso se sumó una posterior ausencia en el entrenamiento, aunque regresó al día siguiente y aún no se descarta que pueda ser utilizado en el partido frente a Auckland, debido a la lesión de Ayrton Costa.
En paralelo, trascendieron versiones sobre un conflicto con la dirigencia en relación con los premios del Mundial de Clubes. Según se supo, Rojo habría expresado su malestar en una charla informal con sus compañeros, lo que terminó de romper la relación con los directivos.
El ciclo del defensor en Boca deja cifras concretas: 118 partidos disputados, 9 goles convertidos y cuatro títulos obtenidos (Copa Argentina 2019-20, Copa de la Liga 2022, Liga Profesional 2022 y Supercopa Argentina 2022). A pesar de estos logros, las constantes lesiones, algunas actitudes fuera de protocolo y varias expulsiones limitaron su aporte al equipo. Boca fue el segundo club en el que más partidos disputó, solo por detrás del Manchester United, donde jugó 122 encuentros.
Desde su llegada, Rojo tuvo que lidiar con diversos problemas físicos que demoraron su debut y lo marginaron en distintos tramos del calendario. Su primer partido fue en marzo de 2021 ante River, pero la inactividad previa le pasó factura durante buena parte de ese año. En 2022 logró más regularidad, aunque también protagonizó episodios polémicos, como un partido informal antes del inicio del torneo o el recordado festejo dedicado a Carlos Izquierdoz en medio de un conflicto dirigencial.
La lesión más grave llegó en octubre de ese mismo año, cuando sufrió la rotura de ligamentos en un duelo frente a Sarmiento. El largo proceso de recuperación y nuevas molestias musculares impidieron que lograra una continuidad real en el primer equipo.
A su vez, recibió cuatro tarjetas rojas durante su estadía en el club, incluyendo dos ante River, una en la semifinal de la Copa Libertadores frente a Palmeiras y otra frente a Platense en el torneo local.
La salida de Rojo representa el cierre de un ciclo con más expectativas que resultados. Su historia en Boca será recordada por los momentos destacados que tuvo, pero también por las oportunidades desaprovechadas y los desafíos que no logró superar.




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