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INGENIO “ARGENTO” CONTRA LA INSEGURIDAD:Para ahuyentar ladrones, colocaron un maniquí en la puerta de la casa

"El chabón", el guarda de los Russo.
Harta de padecer hechos delictivos, una familia de Floresta recurrió a "El chabón", su personal de seguridad privada. Para darle realismo, este guardia hasta recibe cambios de ropa. Aseguran que les funcionó.
Como un espantapájaros, pero no está en un campo, ni protegiendo una cosecha. O quizás sí, quizás cuida la cosecha de una pareja, como su casa o su familia. ¿De qué hablamos? De una artimaña bien “argento” contra la inseguridad: un maniquí.


Así es, harta de padecer hechos delictivos, una familia de Floresta recurrió a "El Chabón", su personal de seguridad privada. Para darle realismo, hasta recibe cambios de ropa.

Nada de alarmas, guardias, cerraduras antivandalismo, puertas blindadas, ni cámaras de seguridad. La creatividad superó cualquier recurso convencional para combatir a los ladrones. Ahora, ahuyentan a los delincuentes con un muñeco lookeado especialmente para su función.

“El chabón” es casi un miembro más de los Russo, cuatro hermanos (Martín, de 31; Romina, de 29; Giselle, de 28; Ailen, de 27) y su mamá, Norma. Ellos se habían comprometido sólo a guardarlo a un amigo, pero el mayor, que trabajaba ploteando autos, decidió dejarlo dentro de la camioneta de un cliente y se fue a festejar la graduación de su tía. Cuando volvieron, encontraron el vidrio del vehículo roto: les habían robado todo lo que tenían adentro, salvo a su nuevo integrante.

"Cuando salimos, vi que había unos hombres mirándonos, pero no nos podíamos quedar porque sí o sí teníamos que ir a festejar con mi hermana. Apenas los vi, supe que nos iban a robar", contó Norma. Y fue entonces que le hicieron un lugar en la casa al maniquí, hasta que les sugirieron vestirlo para asustar a la gente y simular que había alguien en la vivienda.

Pasaron meses hasta que finalmente decidieron pararlo en la puerta de entrada, impresionando o “metiendo miedo” en quienes pasaban por allí, sorprendidos por su parecido con alguien real. Lleva buzo con capucha, jeans y zapatillas. Eso sí, lo abrigan o desabrigan según el clima.

"Nuestros vecinos ya lo conocen, pero los que no son del barrio se asustan. Pareciera que se shockean porque piensan que es una persona y además es muy grandote. Un día vino mi nuera a casa y me dijo que se había asustado mucho cuando lo vió. Entonces, me pareció una buena idea. Si logró asustarla a ella, a cualquiera le podía pasar", comentó la mujer.

"La semana pasada, el padre de los chicos me dijo que me iba a traer un peluquín para que pareciera todavía más real", contó la vecina entre risas. Y no es para menos. Mientras algunos se burlan, los Russo no volvieron a ser asaltados. Si es cuestión de suerte o el buen desempeño de “El chabón”, no sabemos.
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GENERAL JUAN MADARIAGA El Tiempo